«Cuando me fotografiaron en topless en mi casa en Miami y me hicieron bolsa… Me ofrecieron ir como bailarina a un programa (en Canal 13). Renuncié. Me quedé cesante», recuerda Cecilia Bolocco
“Yo he estado cesante en mi vida y sí recuerdo, incluso, un momento muy duro. Cuando me sacaron aquellas fotos, se metieron en mi intimidad y me fotografiaron en topless en mi casa en Miami, y me hicieron bolsa, bolsa, bolsa», partió contando Cecilia Bolocco sobre uno de los momentos definitorios de su vida.
En mayo de 2007 la entonces revista de farándula SQP publicó fotos de la ex Miss Universo junto al emprendedor italiano Luciano Marocchino -actual pareja de Marlen Olivari, quienes tienen un hijo de once años-.
Ambos estaban en la terraza de la terraza que da al mar, en la casa de la ex Miss Universo en Miami. Ella estaba en topless y su entonces pareja en traje de baño, compartiendo un momento romántico.
En tanto, hace unos días, durante una de las transmisiones que realiza en vivo por Instagram, Bolocco recordó sobre esa época:
“Yo estaba trabajando en Canal 13, en la televisión, y tenía un acuerdo, un contrato vigente, en el cual estaba presupuestado que para el segundo semestre de ese año yo hiciera un gran estelar, como se hacían en esa época.
“Y me llamaron de Canal 13. Yo ya sabía antes del incidente que no había mucho presupuesto para hacer grandes estelares, pero se mantendría el compromiso. Pero luego empezaron a pensar que querían subirse a la moda de todos estos programas tipo reality, querían hacer un reality de baile, y llevar muchas parejas de baile.
“Y ellos, en vez de darme a mí un estelar, ni siquiera querían que yo lo condujera, me ofrecieron ser una de las participantes, ir como bailarina a un programa de televisión con, además, muy poco presupuesto.
«Era lo único que yo tenía y estaba en el piso, porque me habían basureado, me tenían como puching ball, cuando a uno le dan todo el día. Y tomé una decisión muy difícil y compleja, y a lo mejor muchos no me van a entender, pero ha sido la mejor decisión de mi vida.
“Renuncié al canal. Y me quedé en bolas. Cesante. Esa no era la primera vez que me quedaba cesante. Pero en ese momento, recluida en el sur, porque me había ido con mi hijo chiquito, que tenía cuatro años y que no entendía esta locura de que no podía ir al jardín, porque estábamos con los canales con las parabólicas afuera, entonces no se podía salir.
“A mí madre la operaron de cáncer, yo tuve que ir bajo unas frazadas, me pasaron a buscar en un auto como medio clandestino para sacarme y poder ir tranquila a ver a mi mamá al hospital, recién operada.
“Y me arranqué al sur, para buscar un espacio de tranquilidad. Un amigo me prestó una casa y nos fuimos con mi niño de cuatro años. Empezó a ir al lago, a pescar sus primeros salmones y empezamos a disfrutar de la vida.
“Y yo estaba ahí recluida en el sur cuando me pasa esto de que me ofrecen este programa, y yo decido renunciar a Canal 13. Renuncio y me quedo cesante.
«Yo también estaba en un trabajo con Falabella. Pero me imaginé rápidamente que, como mi imagen estaba vapuleada, esas campañas ya no se iban a hacer, porque quién iba a querer poner a una mujer que estaba verdaderamente en el suelo, cuestionada en todo orden de cosas.
“Y no tenía el contrato firmado, porque se había vencido. Estábamos negociando para empezar a hacer mis colecciones de ropa. Y fíjense que sin contrato con Falabella y con el único contrato vigente de Canal 13, decidí renunciar a Canal 13 y a ese programa que me ofrecían, que era como que me estaban dando migajas.
“Yo, que había hecho una carrera en la televisión con mucho éxito, no solo en Chile, sino que en Estados Unidos, ganadora de premios Emmy, de haber animado grandes espectáculos, y me ofrecían en Santiago de Chile hacer un programa de baile como participante… Renuncié y me quedé cesante.
“Fue una decisión difícil, porque yo miraba a mi niñito y decía ‘tengo que seguir pagando las cuentas, tengo que generar un salario para poder solventar todos los gastos’. Pero dije ‘no importa. No voy a hacer algo que a mí no me llena el corazón, que me va a dejar mal emocionalmente’
«No eran mis principios. Pero básicamente, siendo animadora de televisión, teniendo un contrato vigente para animar un programa, que me invitaran así como participante y que me podrían haber echado después del primer capítulo, qué sé yo.
“La cosa es que me aventuré y renuncié, y me quedé en pelotas. Fue literalmente un salto al vacío. ¿Y pueden creer que a los cuatro días me llaman de Falabella y me dicen ‘vamos a seguir trabajando en conjunto, queremos que desarrolles tu línea de ropa’? Y a los seis meses estaba trabajando en mi primera colección en París».