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Zalo Reyes en dos imágenes compartidas en el Instagram @zaloreyeselgorrion

Con una Lágrima en la Garganta: a los 69 años falleció Zalo Reyes

Autor: Equipo Glamorama / 21 agosto, 2022

Esta tarde la familia de Zalo Reyes informó, a través Instagram, el fallecimiento del cantante de 69 años:

«A nombre de mi padre les comento que hace un momento acaba de dejar de existir! Acompañado de nosotros y de todas sus oraciones con tanta buena energía! Lo hizo en el sueño y sin sufrir… Solo nos queda agradecer tanto cariño y admiración durante estos 40 años de éxitos. Su velación será mañana en Conchalí en un lugar que mañana por la mañana informaré!».

El cantante que se hizo famoso en los años ’80 con el tema Con Una Lágrima en la Garganta y sus contantes apariciones en Sábados Gigantes y otros programa luchaba desde 2008 contra la diabetes. Hace más de diez días había sido internado de urgencia debido a una crisis.

La historia y trayectoria de Zalo Reyes es relatada por La Tercera.com:

Zalo Reyes, ícono de los cantantes populares de los 80, en rigor llegó al mundo con otro nombre. Boris Leonardo González Reyes, nació en Santiago, el 3 de noviembre de 1952. En rigor, es oriundo de la comuna de Conchalí, la cual le valió el apodo con que sería recordado a posterioridad. Fue hijo de un taxista, era el menor entre cuatro hermanos de una familia de estrato popular. Raigambre que no perdería nunca y se encargaría de siempre dejar muy en claro.

Reyes fue uno de los primeros ídolos realmente populares de la música chilena que aprovechó el boom de la TV para amplificar aún más su figura. Hizo sus primeras armas en Conchalí, donde ganó un Festival de centro de madres, en 1967.

Fue durante su servicio militar, en los buques de la Armada de Chile, donde nació su particular apodo. Debido a que existía otro cadete de apellido González, a Boris lo apodaron «Gonzalito». Luego, se acortaría a “Zalito”, y finalmente, “Zalo”.

Ya en los 70, inició su trayectoria apoyado en un repertorio de canciones de Lucho Gatica. Poco a poco comenzó a tener material propio y en 1976, mientras se presentaba en quintas de recreo, lo vieron los productores de las grabadoras IRT y EMI-Odeon, Roberto Inglez y Jorge Oñate. Asombrados, le ofrecieron un contrato discográfico. Desde un principio se notaba su estilo, cercano a la canción romántica, popular y de alta sensibilidad. La llamada “canción cebolla”. Lacrimosa, pero altamente masiva.

Su primer single fue Una lágrima y un recuerdo (1978), del compositor José Barette popularizada por el grupo mexicano Miramar. Fue un hitazo y vendió más de sesenta mil copias. Pero después vendría la inmortal Con una Lágrima en la Garganta (1979), de Roberto Livi… (Continue leyendo en La Tercera.com)