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María Luisa Godoy, su marido Ignacio Rivadeneira y su hijo menor, de dos años, en imágenes que publicó en su Instagram @marigodoyibanez

«Le dije, recién casados, ‘quiero vivir con mi papá’. Y Nacho me dijo ‘tráelo’. Y vivió varios meses con nosotros hasta que se murió… ¿Cómo no lo voy a amar?”, afirma María Luisa Godoy sobre su marido

Autor: Equipo Glamorama / 28 agosto, 2022

«¿Cómo no lo voy a amar? Sí es lo máximo”, manifestó María Luisa Godoy sobre su marido.

La animadora se casó en 2012 con Ignacio Rivadeneira, abogado y ex asesor de Sebastián Piñera durante su primer mandato, tienen cuatro hijos y esperan el quinto.

La pareja habló sobre sus inicios en un capítulo De Tú a Tú emitido hace una semana por Canal 13:

Martín Cárcamo: “¿Cómo se conocieron?”

Ignacio Rivadeneira: “La Mari te puede contar esto con lujo detalle, con fecha, hora y minuto. Nos conocimos porque yo era amigo de un hermano de la Mari”

María Luisa Godoy: “Te va a decir que yo lo acosé, que lo perseguí”

Cárcamo: “¿En esa primera salida no se engancharon?”

Rivadeneira: “No, no enganchamos, es que después yo me fui a vivir fuera de Chile”

Godoy: “Y yo en esa época era reportera y estaba muy cansada, porque eran las épocas donde no había turnos, entonces una era soltera y te hacían hacer el turno del fin de semana, todo.

“Era reportera de La Moneda por Mega en el primer gobierno de la presidenta Bachelet, andaba muy cansada. Entonces yo lo único que quería era irme a acostar, estaba muerta. Fue de esos días en que uno no anda chispeante (recuerda sobre la primera salida con Rivadeneira)”

Cárcamo: “Y tú cuando volviste después de vivir afuera…”

Rivadeneira: “Ahí nos encontramos de nuevo y empezamos a salir. Yo la invité a un matrimonio, después la Mari me invitó a uno y ahí enganchamos. Después empezamos a pololear y a los dos años me amenazó que se quería ir de viaje a Grecia, porque su mamá estaba viviendo en Grecia, y ahí yo le regalé el anillo”

Cárcamo: “¿Quién corta el queque en la casa?”

Rivadeneira: “Lo que pasa es que ahora la Mari está más dueña de casa, porque antes trabajábamos los dos, la Mari tenía un horario y salía súper temprano”

Godoy: “Yo igual trabajo, mi amor”

Rivadeneira: “Pero trabajabas en el matinal, salía a las seis de la mañana y llegaba a las cuatro de la tarde. Entonces yo trataba de venir a almorzar todos los días de la oficina para estar con las niñitas. Y las pegas las repartimos en general, yo me hago mucho cargo del jardín, hacemos todo a la par”

Godoy: “Sí, bien equipo”

Cárcamo: “¿Y cómo es para ti estar con una persona tan pública como la Mari?”

Rivadeneira: “Estoy acostumbrado a tomar fotos, vamos por la calle y la selfie. Pero la conocí así y a mí me encanta, porque además la gente es súper cariñosa con ella y conocen a las niñitas por redes sociales”

Cárcamo: “Para el Festival la Mari se va con todos sus hijos al hotel, y tú vas única y exclusivamente a apoyar y a estar en función de la Mari, de las niñitas”

Rivadeneira: “Es parte de la vida familiar. Aparte por la fecha, porque es febrero, todos de vacaciones. Y para la Mari es súper importante que estemos, a mí me encanta estar y a las niñitas también”

Cárcamo: “¿Siempre quisiste tener muchos hijos?”

Godoy: “Siempre, desde chica, siempre fui guaguatera, siempre ha sido lo que más me ha gustado, siempre me han encantado los niños, donde mejor lo paso es con los niños y siempre quise hartos hijos”

Cárcamo: “¿Y tú, Nacho?”

Rivadeneira: “También, vengo de una familia grande, nosotros somos ocho hermanos. Una de las hijas dice ‘y somos 45 primos…’ Y lo pasan bien, porque además se juntan con las primas, somos muy achoclonados”

Cárcamo: “¿Qué destacas tú de Nacho?”

Godoy: “Es que tantas cosas. Me encanta como es. Tiene una mezcla que yo encuentro que es difícil de encontrar, que es muy inteligente, muy lúcido, y en general la gente que es tan inteligente es como pesadita y arrogante. Y él es adorable, y además de eso, es buena gente, como que cuesta encontrar esa gente.

“Imagínate que yo le dije, recién casados, ‘quiero vivir con mi papá’. Y Nacho me dijo ‘tráelo, vamos a vivir con él’. Y vivió varios meses con nosotros hasta que se murió. Nacho no lo dudó, súper generoso, con mi hermano chico igual, nunca falla para lo importante. ¿Cómo no lo voy a amar? Si es lo máximo”.