«La última vez que la vi me dio un beso en la frente. El primer beso que me daba ella… Debo haber tenido cincuenta y tantos años»: La Naná de MasterChef recuerda a su madre
«La última vez que la vi, me dijo ‘ven a verme, porque no vaya a ser cosa que me vengas a ver cuando yo esté muerta’», recuerda «La Naná» sobre su madre.
Eliana Hernández es la abuelita, hoy de 92 años, que se hizo conocida al llegar a las finales de la primera edición de MasterChef Chile, en 2015.
«La Naná» protagonizó un capítulo de Te Paso a Buscar emitido por Canal 13 hace un par de semanas, donde habló de sus madre y sus hermanos:
Eliana Hernández: “Yo nací en Santiago pero me crié en San Bernardo porque ahí vivía mi mamá con mi abuelita y todo”
Pancho Saavedra: “¿Cuántos hermanos eran?”
Hernández: “Doce hermanos”
Saavedra: “Y usted la mayor”
Hernández: “Yo soy la mayor de todos”
Saavedra: “¿Y el resto están todos vivos?”
Hernández: “Solamente han fallecido dos. Quedan diez. Pero están todos pasados de los 80, otra llegando a los 80”
Saavedra: “¿Pero todos son de buena salud como usted? ¿Un roble como usted?”
Hernández: “Sí han tenido sus enfermedades, pero se recuperan. Mi abuelita no quería que mi mamá se casara. Y después de dos años se casó con mi papá, porque mi abuelita era de buena situación. Y en esos tiempos eran los apellidos”
Saavedra: “Y su papá no era de buena situación”
Hernández: “Mi papá era un obrero que trabajaba en la maestranza de los ferrocarriles”
Saavedra: “Pero no era, para su abuelita, un buen marido para su mamá”
Hernández: “No, no era. Y después me tuvo como de 17 años, joven. Así que creo que se la sufrió toda, porque en ese tiempo las mamás eran así”
Saavedra: “¿Y cómo fue la relación con su mamá?”
Hernández: “Ahí…”
Saavedra: “Aquí estamos para hablar las cosas como son, Nanita”
Hernández: “Lo único que le puedo decir que yo quise tener una mamá como es uno, que los hijos les cuentan todo lo que les pasa. Uno aprende a escuchar. Porque si los hijos le piden una opinión, una la da»
Saavedra: “Usted quiso tener una mamá que la escuchara”
Hernández: “Claro. Y soy la mayor. Tuve a la primera nieta de ella. Entonces, no sé. Yo creo que, al ser tan joven… No soy nadie para juzgar a nadie, menos a mi mamá”
Saavedra: “Pero por supuesto, uno busca en una mamá una mujer que escuche, que comprenda, a quien pedir algún consejo. Y eso a usted me imagino que no le pasó”
Hernández: “Había una pequeña distancia. Yo no sé por qué, digo yo. Y ella falleció y me acuerdo que la última vez que la vi me dijo ‘ven a verme, porque no vaya a ser cosa que me vengas a ver cuando yo esté muerta’. Y me dio un beso en la frente. El primer beso que me daba ella”
Saavedra: “¿El primer beso a los cuántos años?”
Hernández: “Debo haber tenido cincuenta y tantos años, más o menos”
Saavedra: “Usted no tuvo una relación cercana”
Hernández: “No”.