«Era distinta a mis compañeras de colegio. Todas andaban entre el maquillaje y esto y lo otro, y yo andaba métale haciendo teatro… Si yo desde chica fui medio rara», recuerda Anita Reeves
«Era bien rara yo, porque era distinta a mis compañeras», comentó Anita Reeves sobre sus días de colegiala.
La figura de diversas teleseries clásicas, desde La Torres 10 a Sucupira, entre otras; obras de teatro, películas y académica, de 73 años, fue invitada al late Buenas Noches a Todos, en TVN, hace un mes.
Estas fueron parte de sus palabras sobre su época en el colegio:
Eduardo Fuentes, conductor del programa: “¿Estuviste internada en un colegio de monjas?”
Anita Reeves: “Un año, porque mi mamá era muy estricta conmigo. Hija única y sin padre, porque mi padre murió antes que yo naciera, entonces mi mamá decidió que nadie me tenía que tener lástima, que yo tenía que ser acá y allá.
“Entonces yo una vez le dije, y creo que me llegó un coscacho, ‘usted me tiene más oprimida que una faja’. Esa fue mi rebeldía con ella. Entonces dije ‘me quiero ir interna un año’. Todo el mundo pensó ‘esta niñita está loca, se quiere interna’.
“En realidad lo que quería hacer era salir un poquito de este afecto tan grande que mi señora, bella y maravillosa madre me tenía. Pero que me tenía muy ahogada. Y cuando me fui al internado me liberé. Fui más feliz, fui más loca, creé grupos de teatro dentro del colegio”
Fuentes: “Tú madre falleció un tiempo después”
Reeves: “Sí, yo acababa de cumplir 17 años. Estaba preparando los exámenes de admisión para la escuela de teatro de la Universidad Católica, y ahí falleció mi mamá”
Fuentes: “’Si te va mal en teatro, prométeme que vas a estudiar otra carrera’”
Reeves: “Eso me dijo, pero me dio permiso. ¿Tú sabes quién la convenció? Cosa curiosa. La convenció el capellán del colegio donde yo estudiaba. Y había unas monjas que también se dieron cuenta, le dijeron ‘esto no es un capricho, esto va más allá, así que dele permiso’.
“Porque yo ya tenía grupos de teatro. Y era bien rara yo, porque era distinta a mis compañeras. Todas mis compañeras andaban entre el maquillaje y esto y lo otro, y yo andaba métale haciendo teatro, estudiando esta cosa.
“Si yo desde chica fui medio rara. Cuando muy chica era bien callada y seria, y me acuerdo que una vez hice una alcancía y todo el mundo decía ‘¿esta niñita qué se irá a comprar?’.
“Me compré, y mi mamá me retó porque era bien feo, un busto de Chopin, chiquitito de yeso. Era bien feo, pero para mí era Chopin y era chica y yo amaba a Chopin. No te digo que era rara, si yo andaba en otra”.