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Carmen Gloria Arroyo y Bernardo Borgeat en la Gala del Festival de Viña 2016. FOTO: AGENCIA UNO

«Al principio recibí miles de ataques, que era mi toyboy, que yo era una vieja, que era fea…», afirma Carmen Gloria Arroyo sobre su pololeo con Bernardo Borgeat

Autor: Equipo Glamorama / 4 noviembre, 2022

“Al principio recibí miles de ataques», dice Carmen Gloria Arroyo sobre su pololeo con Bernardo Borgeat.

La abogada de 57 años, figura del programa Carmen Gloria a Tu Servicio, en TVN, fue consultada por sus diez años de relación con el experto en asados y ex modelo argentino de 52.

Este fue el diálogo en Juego Textual, espacio de Canal 13 conducido por Sergio Lagos y con un grupo de panelistas que realizan las preguntas al invitado:

Rayen Araya: “Quiero saber cuál fue el mayor costo de tu relación con Bernardo, ¿la envidia de otras mujeres? ¿O los prejuicios de los colegas del mundo judicial?”

Carmen Gloria Arroyo: «Al principio recibí miles de ataques, desde que era mi toyboy, que yo era una vieja, que era fea. Y todo eso es verdad, no andemos con eufemismos. Es verdad que Bernardo es muchísimo más guapo que yo, es verdad que es menor que yo»,

“Cómo olvidar un grupo de amigos que yo tenía, todos abogados, que cuando se hace público que estoy saliendo con Bernardo crean un grupo de WhatsApp ‘almuerzo urgente’, y era ‘¡¿qué estás haciendo?!’…

“Decían ‘estuvo en un reality, era modelo. Tú abogada. O sea, no hay nada en común. ¿De qué hablan?, ¿qué tienen que conversar?’”

Katty Kowaleczko: “¿Y a ti te pasó ese prejuicio cuando conociste a Bernardo?”

Arroyo: “De hecho, cuando lo conocí estábamos en un grupo de amigos en una cena del Hogar de Cristo, y venía mi cumpleaños pronto. Irónicamente yo era la parrillera para mis cumpleaños, entonces todos empezaron a molestarme ‘oye, este año podemos comer asado bueno’. Y yo ‘no, ¿cómo voy a invitar a Bernardo a mi cumpleaños?’.

“Y Bernardo escuchaba estas bromas, entonces se acerca y me dice ‘yo tengo una empresa de asados, si quieres llámame’. Y yo ‘sí, claro, gracias. No’. Y también prejuicié, siendo honesta. Lo primero es ‘qué guapo, no tengo ni una posibilidad’. Después decía ‘no tiene nada que ver conmigo en lo que yo hago, no vamos a tener nada en común’.

“Entonces la primera vez lo pesqué poco y nada. Fue solo el match visual. Y esa vez dije ‘no. Ni una posibilidad’ y no lo pesqué. La segunda vez que nos vimos conversamos un poquito, pero tampoco mucho. Y la tercera vez hablamos hasta las seis de la mañana, en Concepción.

“Fue muy entretenido. El se sentó al lado y yo estaba conversando con la Cecilia Bolocco, y nos pusimos a hablar de mina a mina, uno suelta las barreras de verdad, con una champañita, y Bernardo escuchó toda la conversación que tuve con ella. Y de ahí él me dice ‘te invito un vinito’, y ahí nos pusimos a conversar.

“Hablamos de todo, de política, de qué hacía él, de qué hacía yo, de la familia, los hijos, del futuro. Y ese fue el broche de oro, porque cuando llegó el momento de subir a la pieza, porque estábamos en el mismo hotel todos, yo dije ‘chuta, esto se va a ir a las pailas, porque yo soy súper tradicional y hasta aquí va a llegar’.

“Me fue a dejar a la habitación, me dio un beso en la frente y se fue a acostar. Me encantó. Me mató”.