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Paty Cofré junto a Sergio Lagos, conductor de Juego Textual, en una imagen de archivo del programa enviada por Canal 13.

«Lo cuidé durante seis años, hasta que me dijo adiós… Lo amé más de lo que lo amaba, tratando de entender lo que quería decirme», cuenta Paty Cofré sobre la enfermedad y muerte de su marido

Autor: Equipo Glamorama / 15 diciembre, 2022

«Yo lo amaba como lo amé desde el primer día», afirma Paty Cofré sobre su marido, el bajista Alejandro Zagal, quien falleció en 2007 luego de seis años postrado tras una trombosis que derivó en graves complicaciones.

La comediante y ex vedette que se hizo popular como «La Súper Chuchá» de Morandé con Compañía -donde pedía «15 segundos» para decir garabatos con una música clásica que los silenciaba-, de 83 años, contó su historia de amor de tres décadas con Zagal.

En el programa de Canal 13 Juego Textual relató:

“Él se fue de una trombosis, era músico, tenía 50 años. Le dio una trombosis y quedó hemipléjico, es decir quedó sin habla, la pura mano derecha podía moverla, quedó con las piernas… Porque cuando joven empezó con el problema de que no podía digitar la guitarra, porque no le funcionaba esta mano.

“Entonces él cuando joven había hecho un curso de fotografía, y el día anterior me dice ‘mi amor, yo mañana voy a ir a tomar unas fotos a un bautismo de un niño y me voy a levantar tempranito’. ‘Ya, listo’. Y se levanta y siento un golpe en el pasillo, salgo y estaba enrollado mi marido.

“‘Alejandro, ¿qué te pasó?’, y no podía contestarme, el habla se le fue inmediatamente. Y ahí a pedir auxilio, fui al hospital que queda para Puente Alto, el Sótero, y había huelga. Mi marido se podría haber salvado, pero hubo este problema, lo tuve en la camilla no sé cuánto rato y yo lo veía cada vez peor.

“En esto viene el doctor y me dice ‘¿qué problema tiene?’. ‘No puede hablar, le dio como un ataque y quiero que lo vea’. ‘Mire para allá: todas esas camillas que están ocupadas las tengo que ver yo. Su marido hace media hora que está aquí acostado, ya tiene que estar bien, váyase nomás’. Y me echó. No estoy mintiendo. Ni una Aspirina.

“Meterlo en un taxi y volver para la casa. En la casa le dio el otro ataque y ahí quedó mal. Tomé un taxi y me fui al hospital del Salvador, ahí me lo atendieron, pero ya era tarde, porque el doctor se sacó inmediatamente un scanner y me dijo ‘su marido tiene múltiples infartos cerebrales, vuelta no tiene’.

“Pero así como les cuento como quedó, vivió seis años bajo mi cuidado. Lo cuidé durante seis años, hasta que me dijo adiós. Después había que alimentarlo por manguera, oxígeno, y eso yo ya no era capaz. Y lo interné en una clínica, ahí estuvo un tiempo hasta que la doctora me dijo ‘lléveselo para que descanse en la casa’.

“Yo le digo ‘doctora yo trabajo, no tengo quién me lo cuide’. Cuando yo iba a Morandé yo le pagaba a una señora para que me lo cuidara, no se cayera de la cama, no se ahogara. Entonces me dijo ‘ya, lo vamos a dejar acá internado’.

“Y estoy filmando una película con el Che Copete, llego a la casa cansada, estuvimos todo el día grabando, me estoy metiendo en la cama y me llaman por teléfono: ‘señora Paty, anoche a las once murió su marido’. Así que no alcancé ni a despedirme de él. Esto fue en el 2007.

“Yo los seis años lo cuidé, lo amé más de lo que lo amaba, cariño, besitos, tratando de entender lo que quería decirme cuando tenía sed, hambre, frío. Al principio tenía que adivinar, pero después nos conectamos tanto que me era muy fácil entenderlo.

“Le pasaba su bajo y como podía estaba con su bajo, y yo al lado de él dándole un poco de alegría antes de que se fuera. Yo lo amaba como lo amé desde el primer día».