La golpiza que una mujer le dio a Yazmín Vásquez en una multitienda: «Empiezo a buscar un guardia, no había nadie… Me pega atrás y me empuja y caigo arriba de toda la ropa, que me podría haber matado…»
«Llego como a la mitad del pasillo y viene una niña urgidísima y me dice ‘perdona que te moleste, pero la mina que te estaba gritando viene corriendo y dice que te va a matar’», recuerda Yazmín Vásquez sobre la difícil situación que vivió con una mujer en una mutitienda.
La comunicadora relató la historia en Podemos Hablar, programa de Chilevisión:
“A mí me gusta ir al mall, en la pandemia se abrió para ir a comprar lo esencial y yo de verdad necesitaba algo. Voy al mall con mi hijo, estoy en una multitienda mirando una camisa y de repente pasaba una niña y ‘¡pah!’ (le pegaba un empujón).
“Volvía de nuevo y ‘¡pah!’, me volvía a empujar. Me doy vuelta y le digo en buena onda ‘oye, para, porfa, tienes que mantener la distancia social’. Ella se da vuelta, vuelve a pasar y me vuelve a empujar. Yo le digo ‘¡oye para!’, ya me empecé a calentar.
“Y ella viene y… (la empuja con las dos manos). Y ahí yo cometo el error, que también me enojo, y le digo ‘¡oye weona, para, no me toques, qué te crees!’. Y ella, al yo increparla, me empieza a decir ‘¡qué te has creído, vieja concha…!’. Que ahí me empezó a dar miedo, porque era tan agresivo lo que me decía.
“Y me empecé a preocupar por mi hijo, tenía ocho años, y dije ‘que pare rápido para yo poder arrancar e irme ahora’. Todo el mundo mirando, nadie pescaba. Nadie se mete, a todo el mundo le da miedo. Entonces ella me siguió gritando y sale de la tienda.
“Yo pesco a mi cabro chico y le digo ‘vamos’. Voy saliendo, llego como a la mitad del pasillo y viene una niña urgidísima y me dice ‘perdona que te moleste, pero la mina que te estaba gritando viene corriendo y dice que te va a matar’. Te juro por Dios que se me sale el corazón por la boca.
“Empiezo a buscar un guardia, a alguien, no había nadie en la multitienda, ni gente. Dejo a mi hijo sentadito, voy caminando y siento a alguien que me pega acá atrás con algo y me empuja y caigo arriba de toda la ropa, que me podría haber matado, porque pasé pero así de un canto de una cuestión.
“Caigo, quedó así (tirada en el piso) y lo primero que atino es mirar a mi hijo para que no diga nada, porque el cabro chico siempre me decía ‘mamá, si algún día te pasa algo, yo le voy a decir…’, como para defenderme. Entonces me dio tanto miedo que él reaccionara y que ella para cagarme quisiera agarrar a mi hijo y se arrancara con él.
“Entonces cuando estoy botada en el piso le hago ‘shhh’, para que no diga nada. Tiritando, cagada de miedo, no me alcanzo a parar y ella estaba ahí para botarme de nuevo de una patada y aparece una señora, que se lo agradezco tanto, y se pone entremedio y le dice ‘¡a quién le vienes a pegar weona, métete con una de tu porte!’.
“Obviamente esta mujer le empezó a echar la choreada, ‘¡¿quiéres que te saque la cresta a ti?!’. ‘¡Pégame poh!’. Deben haber sido unos quince minutos de tortura, no apareció nadie, ni un guardia, nadie en la multitienda. Esta mujer sale corriendo, se va, yo tiritando con ganas de llorar, pero no me quería largar a llorar ahí.
“Aparece la jefa de piso y me dice ‘nadie presenció lo que pasó, pero si quieres subir a dejar la denuncia o ver las cámaras’. Yo me quería ir a mi casa, estaba cagada de miedo, le digo ‘no quiero nada, necesito que alguien me vaya a dejar al auto, estoy con mi hijo chico’. Me van a dejar dos guardias.
“Y ahí los guardias me dicen ‘¿qué quiere que hagamos? Sí a nosotros nos da más miedo que a usted’. Después me subo al auto, me descontrolé, me equivoqué, porque iba con mi hijo y me largo a llorar, llamo a mi marido y no le podía hablar. Me dijo ‘devuélvete altiro y vamos a dejar la constancia’.
“No. Me quería encerrar en mi casa, no quería salir, tenía miedo. Y me arrepiento tanto, debería haber pedido las cámaras, debería haber reclamado, porque estaba adentro de una tienda, lo mínimo es que exista alguien que pueda ir a separar a esta gente”.