Desde los siete kilos de monedas de uno y cinco pesos bordadas en el vestido de Ivette Vergara hasta las redes de pescar que la misma Tita Ureta recolectó por los mares chilenos para hacerse el traje.

La capa con trozos de manteles y cortinas que sacó de su casa Flor de Rap y el look realizado con decenas de jeans usados y decorado hasta con piezas dentales que la performista Ana Balmánica recicló. La Gala del Festival de Viña regresó luego de cuatro años y fue la primera de la historia del certamen con la exigencia de que todos los looks fuesen sustentables, ambientalistas, amigables.

Tonka Tomicic envuelta en un diseño de Elie Saab del 2022 y Eduardo Fuentes en un terno inspirado en Azul Profundo lideraron el evento emitido por Canal 13 y TVN que ya no fue frente al Casino de la Ciudad Jardín sino atrás, en la Avenida Perú. Sobre una pasarela con decenas de metros menos que antes, sin público -solo un puñado de invitados- y sin problemas de audio, coordinación o traspiés como en 2019.

La animadora no se equivocó en palabra o gesto. Todo sonrisa y dinamismo, fue acompañada por un comentarista de moda, «El Colombiano» Nelson Beltrán para quien cada invitada fue «¡divina!», «¡hermosura!», «¡regia», «¡angelical!», «¡por Dios!».

Hubo propuestas usadas antes, como la transparencia que Cecilia Bolocco llevó en la Gala del 2007 y que el modisto Rubén Campos ahora le pasó a Kika Silva; un modelo que Soledad Onetto eligió cuando animó Viña y que anoche lució su amiga Yazmín Vásquez, o el que Karen Doggenweiler mostró hace años en Olmué y desfiló Millaray Viera.

Hombres con falda como Matías Assler, con chaqueta con cola tipo traje de novia de seis metros como Jordi Castell, y con peto y calzón de cobre como Di Mondo, que dio un discurso al borde de las lágrimas.

Vesta Lugg decidió salir solo con ropa interior y sandalias tipo gladiador. Y entre las cerca de 150 personalidades de la alfombra roja -gente del mundo de la televisión, música, farándula y personajes de redes sociales, en su mayoría- se vieron cadenas de metal, joyas de inspiración mapuche y cientos de metros de telas de plástico de botellas y materiales rescatados, re usados.

La «Noche Cero» exhibió desfile de besos, entre ellos el primer «piquito» de Priscilla Vargas y José Luis Repenning, los varios de Diana Bolocco y Cristián Sánchez con «koala» incluido, el de Marlen Olivari y Luciano Marocchino, entre otros

Pero el espectáculo tipo red carpet de Hollywood que duró hasta las dos de esta madrugada partió con un bloque dedicado a los brigadistas y a la recolección de ayuda para las víctimas de los incendios forestales.

Entonces, Tomicic de negro, sin adornos, enunció las circunstancias en que se realizó el evento. Se homenajeó a los bomberos  y Fuentes entrevistó a la alcaldesa Macarena Ripamonti enfundada en un look de una iniciativa donde no venden ropa, sino que solo la arriendan. La edil se explayó en la tragedia de los incendios y la importancia para el hoy y futuro del cuidado del medio ambiente.