«Vine con mi marido y le contaba ‘en este estudio estaba la casa-estudio’. Fue lindo poder compartir con él esa faceta (el reality Protagonista de la Fama)…»: el paso de Janis Pope por Aquí Se Baila en Canal 13
«Fue lindo poder compartir con él esa faceta que él no vivió junto conmigo», cuenta Janis Pope sobre la visita que hizo a Chile su marido, Diego Dellacasa, hace semanas, cuando la figura televisiva arribó al país en familia para comenzar su participación en Aquí Se Baila.
Pope, de 38 años, fue una de las primeras «chicas reality» chilenas, al convertirse en 2003 en una de las figuras de Protagonistas de la Fama, el primer show de tele realidad en grande de la televisión local.
Ahora está casada con el argentino Dellacasa y viven desde 2013 en ese país, en Córdoba, junto sus hijos de seis y un año.
Tras la visita, Dellacasa y su hijo mayor regresaron a su hogar y su esposa se quedó con su guagua en Santiago, participando en el estelar de Canal 13 que anoche mostró su eliminación de la competencia.
Antes, en una entrevista con el sitio TiempoX, la hoy pequeña emprendedora en venta de productos de belleza relató su llegada al país:
“Es lindo poder venir con la familia. La primera vez que entré al canal vine con mi marido y le contaba ‘en este estudio estaba la casa-estudio y este sector era el casino’. Fue lindo poder compartir con él esa faceta que él no vivió junto conmigo.
«Vino mi hijo mayor también a visitarme y él también lo disfrutó. Le mostré el estudio, miraba las luces y no lo podía creer, alucinando. Me acompañó a los ensayos, se aburrió a la media hora, pero para él también es una aventura y son esas experiencias que de niño te quedan. Y entiende perfecto.
“Mi mayor preocupación como mamá era que no quería que él sintiera que yo lo abandoné, porque yo me quedo acá con Vito, que tiene lactancia exclusiva, entonces no lo puedo dejar. Y él (su hijo mayor) se queda allá con el papá.
“Entonces mi marido me dice que me quede tranquila, que él conversa siempre con él y que entiende que la mamá está bailando, que todos hacemos un esfuerzo, que a mí me gusta bailar y que yo le voy a llevar un Lego. Él lo único que quiere es un Lego. Cuando vino le compré uno y ahora cuando me devuelva me dijo ‘mamá, no vengas sin el Lego’.
“Y allá están sus abuelos también. Toda su estructura de vida en realidad, su colegio, sus amigos, sus abuelos, sus actividades deportivas, así que no tiene mucho tiempo para distraerse.
“Es primera vez que me distancio tanto tiempo de mi marido y de mi hijo mayor. Al principio fue raro, me sentía hasta insegura, iba a manejar y era como miedosa, iba a 60 y era como ‘¿qué onda?, ¿por qué me pasa esto?’. De a poco me he ido relajando.
“Hablamos todos los días por supuesto, estamos siempre en contacto, pero yo siento la ausencia de ambos. Y también el apoyo que mi marido me brinda. Cuando él está, si yo quiero dormir una siesta lo puedo hacer, porque él cuida a los dos niños. Y ahora no. Si la guagua está despierta, tengo que estar despierta”.
