«Empezaron a correr las piscolas. Y de repente me dice ‘como las w… el disco’, ‘malo el disco'»: la historia detrás del hit Mañana de Luis Jara
“¿Es verdad que la canción Mañana surge entre medio de casi agarrarte a los combos?”, le preguntó Eduardo Fuentes a Luis Jara en un capítulo del late Buenas Noches a Todos, en TVN.
Entonces el cantante de 57 años que reside en Miami desde 2021 se refirió a la grabación de su hit del año 2002, compuesto por el cantautor Daniel Guerreo, quien se hizo conocido como integrando el dúo La Sociedad:
Luis Jara: “Sí. Fue una gresca. Daniel Guerrero, a quien le tengo mucho cariño, es un gran autor. Entonces yo me gasté el pie de mi casa, me fui a Los Ángeles, grabo el disco y le digo ‘te quiero mostrar el disco que grabé, que va a ser mi gran disco’. ‘Ya poh’, me dice.
«Estábamos ahí con sus amigos, en el estudio, empezaron a correr las piscolas. Yo no tomo destilados, pero ahí tomé piscolas, y me di cuenta que en realidad era un error. Entonces escuchábamos una canción y una piscola. Y de repente me dice ‘como las weas el disco’.
“Yo le digo ‘¡¿qué?!’. ‘Malo el disco’, ya medio traposo. ‘¡¿Y qué…?!’. Yo nunca me he agarrado a combos, pero yo lo quería matar. Era el pie de mi casa y él muy arrogante en ese momento, resultado de las piscolas. Yo le digo ‘¿por qué no me haces una canción como la gente, weón? ¿Qué te creí?’.
“Y el weón se para, bamboleándose, abre un cajón y saca un CD. Pone el CD y suena esta canción cantada por otra persona, porque se la iba a dar a otra persona. ‘Ahí está poh’. ‘¿Y esa canción? Es mía, weón. ¿Cuánto vale? ¿Cuánto sale grabar esa weá?’. ‘Dos palos weón’. ‘¡Ya!’.
“Yo no tenía un peso, no tenía nada, pero en ese tiempo habían talonarios de líneas de crédito, que eran para pagar los músicos y todo eso espléndido que suena ahí. Y me fui a los tres días al estudio, grabamos y no nos hablábamos, peleados a muerte.
“La verdad es cuando escucho esta grabación, que fue hace más de 20 años, es muy épico, porque yo tenía toda esa pasión de demostrar, por eso que la grabación se abre de esa forma, porque cuando yo lo canto pareciera que la gente lo está cantando en una misa.
“Y la canción quedó ahí, no nos despedimos del estudio, yo me fui a mi casa y él a la suya. Y al tiempo la compañía discográfica edita este disco y me dice ‘esta canción va a ser un número uno’. Y justo entro a la oficina y estaba Daniel Guerrero.
“Después me dice ‘weón, vamos a jugar tenis’. Fuimos a jugar tenis, nos dimos un abrazo y me dice ‘yo te debía esta canción’. Es una historia súper épica, por eso que la canción tiene ese poder”.