«Nuestra guagua estaba en riesgo vital, era una operación a corazón abierto y tenía siete meses…», Belén Mora revela lo que vivió con su hijo el año pasado
«Hubo una complicación relacionada con la cirugía. La cirugía salió bien, pero hubo una complicación y estuvimos 15 días en la UCI pediátrica, que es muy fuerte», relata Belén Mora lo que vivió con su hijo durante el año pasado.
En enero de 2022 nació el segundo hijo de la actriz, fruto de su relación con el también comediante Francisco «Toto» Acuña. El niño nació con Síndrome de Down y a los siete meses debió ser operado. La situación coincidió con los días en que los organizadores del Festival de Viña realizaban diligencias con miras contratar a Belén Mora para la edición 2023.
En Podemos Hablar, en Chilevisión, la actriz detalló ese momento:
“Mi hijo nació con una condición que se llama comunicación interventricular y nos habían dicho que iba a tener que ser operado, pero no se sabía cuándo. Cuando Ponchito tenía siete meses nos dicen ‘ya, hay que operarlo ahora’. Fue una operación programada, no fue de urgencia ni nada.
“Lo afrontamos en modo avión. Fue ‘ya, ok, hay que operarlo, vamos’. Lo operamos en el hospital clínico de la Católica. Hubo una complicación relacionada con la cirugía. La cirugía salió bien, pero hubo una complicación y estuvimos 15 días en la UCI pediátrica, que es muy fuerte.
“Con nuestra guagua intubada, paralizado, tubos, con los ojitos cerrados, hinchadito por los corticoides. Y entre medio de todo eso ‘Belén, te vamos a ir a ver para Viña’. Y era como salir de la UCI, llegar a mi casa, cambiarme de ropa, llegar al bar, actuar.
“Nuestra guagua estaba en riesgo vital, si era una operación a corazón abierto y de siete meses. Y eso trae consecuencias. Yo soy una persona que lo ha dicho abiertamente, sufro de trastorno bipolar, estoy controlada, pero hay algo que tenemos los bipolares que es la hipomanía, que es seguir, seguir, seguir.
“Y no viví esos procesos cuando los tenía que vivir, entonces Viña fue la gota que rebasó el vaso. Cuando la gente me dice ‘¿estás muy cagada por lo que te pasó en Viña?’, yo les digo ‘tuve a mi guagua 15 días en la UCI, que me hayan pifiado créeme que en la balanza… Uno ve las cosas con perspectiva y lo realmente importante no es una Gaviota de Oro’.
“No le estoy quitando el mérito ni nada. Es más, si me la hubieran dado no lo hubiera recibido, porque para una Gaviota de Oro te tiene que haber ido la zorra como le fue a la Pamela Leiva. Y a mí no me fue la zorra, me fue bien”.