Glamorama
Héctor Noguera en De Tú a Tú en una imagen enviada por Canal 13.

«Tuve que aprender a caminar, a comer, a sonarme. Lo mismo que le pasó a Superman (el actor Christopher Reeve)…», recuerda Héctor Noguera sobre el accidente a caballo que sufrió en 2016

Autor: Equipo Glamorama / 16 junio, 2023

«Me di cuenta que no tenía cuerpo, que estaba inmóvil, el cuerpo no me reaccionaba», relató Héctor Noguera en marzo de 2016 sobre la caída caballo que había sufrido dos meses antes, cuando paseaba por Cachagua junto a su yerno, Marcelo Alonso (pareja de la actriz Amparo Noguera), y dos amigos más, todos a caballo.

En una bajada sufrió el accidente -lea todos detalles aquí- que lo dejó grave, con una fractura en la segunda vértebra cervical.

Ahora, el protagonista de teleseries clásicas como Sucupira, Romané y Machos, de 85 años, repasa el hecho en un capítulo de De Tú a Tú que será emitido este domingo por Canal 13. Estas son parte de sus palabras:

“Yo no sentía las piernas ni movimiento, no sentía nada. La primera reacción de mis amigos fue levantarme. Por suerte, Marcelo Alonso, que alguna vez estudió medicina, gritó ‘¡no lo toquen!’. Porque si me levantan, ahí sí que no estaría aquí conversando contigo, hubiera quedado tetrapléjico o hubiese perdido todo movimiento en realidad».

«Tuve que aprender a caminar, a comer, a sonarme. Lo mismo que le pasó a Superman (Christopher Reeve). Dormía sentado, no podía caminar, caminaba con un burrito. Me limpiaban, me daban de comer».

«Hay cosas que ya no hago, por el accidente. Dejé de andar a caballo, en bicicleta y de esquiar. Sigo haciendo deporte, pero sólo deporte que no me signifique un riesgo físico».

El mencionado actor Christopher Reeve se hizo famoso interpretando al primer Superman en el cine, en cuatro películas. En 1995 sufrió una caída a caballo, la cual le fracturó dos vértebras cervicales y le seccionó la médula espinal.

Perdió la movilidad de su cuerpo, excepto la de los dedos de su mano izquierda, y estuvo los nueve años siguientes, hasta su muerte, con respiración asistida. No perdió la fuerza ni el ánimo y se dedicó a incentivar investigaciones relacionadas con lo que vivió y creó una fundación.