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Rodrigo Villegas en una imagen tomada de la pantalla de Buenas Noches a Todos, en TVN.

«Yo he tenido esos pensamientos de no dedicarme más a esto. Porque es muy fuerte, pero es una cuestión interna mía…»: los momentos difíciles del comediante Rodrigo Villegas

Autor: Equipo Glamorama / 6 julio, 2023

«A principios del verano del 2019 ya no quería, dije ‘me retiro, pongo mi carrito de completos y me dedico a eso'», cuenta Rodrigo Villegas.

El comediante que actuó con éxito en el último Festival de Viña estuvo en el late de TVN Buenas Noches a Todos, donde se refirió a los momentos de duda existencial que ha tenido en su carrera y cómo los ha superado gracias, principalmente, al apoyo de su esposa.

Este fue el relato del humorista:

«Es un camino muy solitario, muy interno, de probarse uno mismo siempre. De tener esa responsabilidad de hacer reír a la gente, de que la gente lo pase muy bien. Pero a la vez también uno se expone harto.

«Pero ahí he tenido a la Elvi, a mi hija, a mi mamá como apoyo fundamental, que me han levantado del sillón. Yo he tenido esos pensamientos de no dedicarme más a esto. Porque es muy fuerte, pero es una cuestión interna mía y lo he logrado superar. Y gracias a ellos. Y me he levantado y he hecho algo maravilloso.

«Es bonito, porque hay gente que se me ha acercado en la calle, en los aeropuertos, que me dice ‘gracias por hacerme reír’. Eso también me da la fuerza de decir ‘yo tengo que dedicarme a esto, porque me sale natural. Y si con eso sano a otra persona y que se sienta bien, lo hago encantado de la vida’.

«Pero han sido un apoyo fundamental. Me acuerdo que a principios del verano del 2019 ya no quería, dije ‘me retiro, pongo mi carrito de completos y me dedico a eso’. Ellos me levantaron, me dijeron que estaba equivocado en mi manera de pensar y que yo trabajaba para mucha gente. Para diez mil, 15 mil personas, y hay gente que tiene una conexión bien intensa con lo que hago.

«Uno no dimensiona hasta donde se proyecta lo que uno hace en la tele. Uno termina, se apagan las cámaras, te vas a tu casa y dices ‘ya. Lo hice bien’. Pero no dimensionas lo que estás haciendo. Y la gente en la calle me lo a hecho saber muchas veces.

«Así es que les doy las gracias a esas personas por aceptar lo que yo hago y encarrilarme de nuevo en este camino. Porque uno se auto boicotea mucho y es una cuestión que estoy trabajando. A veces doy consejos, pero cuesta ponerlos en práctica».