«Flaca, te quiero con toda el alma, eres como mi hija. Han pasado algunos años, no se ha cicatrizado el amor… Aquí está tu casa, cuando quieras vuelves»: la historia del ex suegro de Tonka Tomicic
«Es triste en lo que se ha metido. Espero que pueda resolver sus cosas y salir limpiecita de eso. Todo lo que ha pasado es un tremendo daño que se le ha hecho. Y esos daños son irrecuperables en términos de la imagen. Me gustaría que se recupera lo antes posible. Reconstruirse. Es joven, es vital, es una chica buena».
Estas son las palabras que Luis Duvauchelle le dedicó a Tonka Tomicic durante un contacto telefónico el fin de semana pasado con el programa Me Late Estelar.
El hombre que trabajó en bancos y ahora en propiedades es el padre de Yves Alain Duvauchelle, ingeniero comercial y primer gran amor de Tonka Tomicic. Estuvieron juntos catorce años, vivieron juntos en Santiago y Buenos Aires. Luego la animadora conoció a Marco Antonio López, Parived.
Duvauchelle fue entrevistado por primera vez en el mismo Me Late en 2019. Entonces el periodista Luis Sandoval llegó hasta su casa, donde el ex suegro de la conductora afirmó: «Tonka llegó un día con su bolso terminando las clases. Vivió con nosotros casi 15 años como pareja de mi hijo».
También declaró que «el día jueves estaba sentada en sus rodillas (de su primer novio). Lo amaba. Y se fue el día sábado… Nunca más volvió».
Duvauchelle describió ese alejamiento de Tomicic como «más que un duelo».
Durante la entrevista que, en 2019 fue calificada como «falsa» por la figura televisiva, Duvauchelle describió su pena y reafirmó el cariño que él y su esposa aún sentían por la animadora. Dijo:
«Intento no ser exagerado, pero yo creo que es más que un duelo. Porque cuando tienes un duelo por fallecimiento, tú sabes que se murió, que se fue al cementerio y tienes un período de cicatrización. Pero acá sabíamos que estaba viva, que era de nosotros y ahora no es. Para nosotros fue un duelo y para mi hijo debe haber sido fatal.
«Ella no ha vuelto a vernos. Llamó solamente cuando murió mi suegra en Tomé, que con ella tenía mucha familiaridad porque durante los años que vivieron juntos, los veranos, enero, febrero, todo en Tomé. A la casa de mis suegros. Allá tenían su mundo, sus amistades.
«La palabra ingrata responde, no para la relación de amor con mi hijo, pero con nosotros. Mi esposa fue muy cercana, compartían todo, a veces pensaban que mi esposa era la mamá de ella. Por lo menos una llamadita telefónica. Llamó cuando murió mi suegra, su abuela tomecina.
«Llamó a mi esposa para decirle que le daba el consuelo, le dijo que le iba a invitar un café por ahí, para conversar. La mamá de Tonkita también compartía con nosotros e iba a Tomé.
«Mira, flaca, te quiero con todo el alma, eres como mi hija, han pasado algunos años, no se ha cicatrizado el amor, te queremos mucho… El amor que te tenemos, fuiste parte de mi familia. Aquí está tu casa, cuando quieras vuelve. Pero no vuelvas solo de visita, si quieres te quedas a vivir con nosotros».
