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Pamela Díaz y Kenita Larraín durante la rutina de Luis Slimming dedicada a esta última en El Purgatorio. Imágenes tomadas de la pantalla de Canal 13.

La ordinaria rutina de Luis Slimming que Kenita Larraín soportó con estoicismo en estelar de Canal 13: Pamela Díaz también parecía incómoda

Autor: Equipo Glamorama / 18 agosto, 2023

«Esa noche te vi desde el escenario y supe que existía un eterno lazo entre tú y yo: mitulazo… O sea, mi, tú y el lazo que nos une», le dice supuestamente Luis Miguel a Kenita Larraín. Se trata de uno de los chistes de Luis Slimming en una rutina sobre la ex modelo que el comediante le dedicó en el estelar El Purgatorio, de Canal 13.

Una parte importante de las tallas fueron de doble sentido sexual del tipo que surgían en los tiempos de machismo en programas de trasnoche.

Larraín escuchó sentada. Con un rictus de semi sonrisa forzada. No hubo risas de su parte frente a frases del tipo «Kenita, solo en tu boca yo quiero acabar… Todos esos besos que te quiero…». En ocasiones apenas pudo disfrazar su incomodidad.

Pamela Díaz, la otra invitada al Purgatorio, quien había disfrutado a carcajadas la rutina, en otro tono, que le dedicó Chiqui Aguayo en el mismo programa, tampoco celebró y observaba las reacciones de Larraín.

Estos son extractos de los dichos de Luis Slimming:

“Hoy estamos acá, reunidos para despedir a María Eugenia Larraín, ingeniera comercial, modelo, numeróloga. La numerología partió en su época de modelo cuando todos le pedían su número, y ella se los daba, obviamente.

«El tema de la numerología nunca fue algo para sacar provecho, ni siquiera económico. Ella pudo usar sus conocimientos para ver los números del Loto, del Kino, pero nunca lo hizo. Incluso una vez el español Carlos Moyá le dijo ‘mírame los números de la Polla’… Y jamás accedió.

“Ella nunca hizo el servicio militar, pero estuvo como cinco veces en Pelotón, entonces corresponde despedirlas con honores militares. Ahí en Pelotón fue cuando descubrió su amor por la patria, por la bandera”

Chiqui Aguayo: “Por la Parada”

Luis Slimming: “Por la Parada Militar, claro. Acá van las condolencias: ‘Hola Kenita, soy yo, Iván. No sabía si venir a tu funeral, porque la última vez que quedamos de juntarnos en una Iglesia me dejaste tirado. Tu partida fue muy inesperada, así como cuando te fuiste a España con Carlos Moya sin avisar»

Más tarde:

‘Hola Kena, soy yo, Marcelo Ríos, ex tenista y ex marido. Con Giuliana me viste de blanco y hoy por ti me visto de negro. Vengo a despedirme y expresar mis emociones por escrito, ya que mi cara no logra manifestar expresión alguna. Aunque no lo creas, he llorado tu partida, he podido sentir mis lágrimas caer detrás de mis orejas…

‘Lamento lo que nos pasó. Igual pienso que era innecesario el show de llegar en silla de ruedas por un rasguño. Agrandaste algo tan chico en algo tan grande. Y pensar que esa era una de las cualidades que más amaba de ti…

‘Este mensaje es para la prensa, que siempre me mostró como alguien que no estaba ni ahí, pero aquí estoy. Y a los periodistas les digo desde el fondo de mi corazón: que la chupen’.

‘Hola mi Kena, soy yo, Luis Miguel. Por lo general te vas cuando yo quiero que te vayas, pero hoy te fuiste sin mí… Como olvidar lo que hicimos por debajo de la mesa… Pero no es momento de contar detalles de mi vida privada, que me carga. No salió ni en la serie de Netflix, menos va a salir acá en Canal 13.

‘Nunca voy a olvidar la primera vez que te vi, andabas con un guardaespalda feísimo. Esa noche te vi desde el escenario y supe que existía un eterno lazo entre tú y yo: mitulazo… O sea, mi, tú y el lazo que nos une. Tuvimos una sería y estable relación poliamorosa inolvidable.

“No crean que solo son los ex pololos los que vinieron a dejar sus condolencias… Esta es muy buena: ‘Kenita, solo en tu boca yo quiero acabar… Todos esos besos que te quiero…’. Mejor saltemos al coro altiro, (canta) ‘si te vas, yo también me voy’. Así es Kenita, soy yo, Enrique Iglesias, hijo de Julio, pero en agosto.

‘Me quise venir a despedir de ti, porque la gente no lo sabe, pero mantuvimos una intensa, apasionada y profunda relación de dos días. Pero nunca te olvidé, fue casi una experiencia religiosa. No nos conocimos tanto, pero sí recuerdo el polvo que mencionaste… Que del polvo venimos y en polvo nos convertiremos».