Glamorama
Sergio Rojas y Andrés Caniulef en 2021, cuando coqueteaban frente a las cámaras.

«Él juega solo. Él siente que es él, él, él», «cuando se prenden las cámaras Caniulef es una persona y cuando se apagan es otra», reflexiona Sergio Rojas tras nuevo desencuentro con su ex amigo

Autor: Fran Varela / 5 abril, 2025

En la historia de amistad, deslealtad y desencuentro con Andrés Caniulef y Sergio Rojas hay un nuevo episodio. Los chicos reality viajaron al sur para las grabaciones de la semifinal del reality de Canal 13 Palabra de Honor. Y Rojas contó se llevó una nueva desilusión.

Ambos comentaristas de farándula trabajaron juntos en 2021 en Me Late, espacio que animaba «Huevo» Fuenzalida. Allí Caniulef estaba regresando a los medios luego de su proceso de rehabilitación de drogas. Vivía con sus padres y no tenía auto. Rojas lo pasaba a dejar, en su camioneta, a su casa. Se acercaron. Jugaron con un supuesto affaire, pero ninguno lo confirmó.

Sin embargo, hace un par de meses Sergio protestó. «Irresponsabilidad brutal», exclamó. «Cuando uno se besa, se acuesta con una persona, debe decirle ‘tengo VIH'», fue parte de su reclamo cuando se enteró por la prensa de que Caniulef es VIH positivo hace años.

Ahora, en Que Te Lo Digo relató cómo fue ese reencuentro con su ex algo más que amigo durante la grabación del reality:

“Hubo dos reencuentros: uno que se da fuera de cámara y otro que es con cámara. Ustedes saben que en la vida de Andrés Caniulef hay dos actitudes: cuando se prenden las cámaras él es una persona y cuando se apagan es otra persona. La actuación si Andrés no la estudió, es algo que le queda perfectamente bien.

“Pude ver la verdadera cara de Andrés Caniulef, más oscura de lo que tú te puedes imaginar… No hay ningún tipo de interacción con Andrés, no hay una conversación previa.

«(Me provocó) Pena, angustia, porque es ver un símbolo que representa lejanía, traición, desdén. Era necesario vivir este momento, es como cuando tú te sientes súper amigo de alguien y esa persona en tu cara te dice ‘pero sí no somos tan amigos’. Entonces hay un choque con la realidad, porque yo siempre sentí que era muy amigo de Andrés.

“Natu fue la gestora de esta conversación con Andrés en una actividad súper ingrata, que por lo menos a mí me dejó un sin sabor, pero sí un final. Con lo que yo viví no cumplo más el papel de huevón en la vida de Andrés Caniulef.

«Él juega solo. Él es muy unipersonal. Él siente que es él, él, él. Yo siento que está tan dañado que aprendió a defenderse como un gato, pero nadie lo está atacando. Esa actitud, por ejemplo, si hay media hora de peluquería, él va primero y si consume todo el tiempo y todo el resto quedó sin peluquería. Es como ‘es tu problema, no me importa’”.