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Lo más excepcional, llorado y detestable de la segunda noche festivalera

Autor: admin_copesa / 25 febrero, 2014

¡Happy birthday Carola!

Carolina de Moras se terminó de ganar al público de la Quinta Vergara y a los televidentes con su simpatía natural y calidez. Ayer estuvo de cumpleaños, el maestro Rafael Araneda lo mencionó al inicio del Festival y la gente comenzó a cantarle. Se emocionó de inmediato y lloró. Como si en ese sollozo echara fuera toda la tensión acumulada por tanto bullying televisivo que le hacen, siendo que ha estado el doble de agradable que Eva Gómez sobre la Quinta Vergara. Eso sí que el look sigue sin potenciarla todo lo que se podría. Anoche se puso un traje del chileno Juan Failer que era toda una obra de alta costura de la rodilla para arriba -VEA AQUI LA GALERIA DE LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS-. El faldón negro con que remataba no tenía explicación. Las joyas de José María Goñi, soberbias.

 

Un corazón forrado en Armani.

Laura Pausini es la encarnación de la calidez femenina. La italiana celebró 20 años de carrera, dos décadas desde que lanzó La Soledad, y envolvió a todos con su calor, humanidad, su gran voz y una lista de éxitos. Conversó, entabló una relación íntima con el público y saltó y lloró de felicidad cuando le regalaron todos los premios. No lo podía creer y ha sido la que más ha apreciado los galardones festivaleros. Ni siquiera los organizadores, que lanzan Antorchas y Gaviotas a la chuña cada noche, respetan tanto esos trofeos como Laura. Punto aparte su vestuario, una lección de Giorgio Armani en corte, calidad, estilo y diseño.

 

El mejor humorista en años.

Jorge Alís fue una esperanza a todos los que se había rendido ante la talla cochina, el chiste burdo y la puesta en escena básica, tonta, vulgar, misógena y homofóbica de la camada de humoristas que han invadido los festivales televisados de verano. Alís es una esperanza y una prueba de que se puede marcar 40 puntos y más de rating con humor inteligente, potente, crítico, social, trabajado, estudiado y, sobre todo, gracioso a morir.

 

Una falta de respeto.

La competencia internacional llegó a su punto más bajo. Son gente con letras infantiles y menos voz que cualquier participante de programa de talentos. La puesta en escena, además, parece kermese y los integrantes del jurado están ahí para mostrar su glamour. Impresentable.

 

El amigo Paez.

Fito Paez no es novedad, es un clásico que anoche hizo vibrar a miles de esos fans y seguidores que tienen sus canciones en el disco duro. A Fito se le tiene cariño y respeto. Y el rosarino demostró que, al primer tema, ya está conectado con su audiencia.