Disparos sobre el estacionamiento de Camiroaga
“Kenita” Larraín y otras viudas de Felipe Camiroaga están indignadas. Carola de Moras trapeó con los ejecutivos de TVN. Tonka y Cárcamo tampoco están de acuerdo. Mientras que Doggenweiler, Elfenbein y Claudia Conserva encuentran que en el canal público lo están haciendo súper al destinar el estacionamiento del “halcón matinal” trágicamente fallecido a otros propósitos.
“Felipe pasó gran parte de su vida, muchas horas al día en ese canal. Guardar su estacionamiento es una linda forma de agradecer todo lo que hizo y toda la energía que dejó ahí”, opina “Kenita”. “Si le hacen eso a Felipe, ¡imagínate lo que le pueden hacer a otros trabajadores del canal!”, se queja Claudia Schmitd, otra de las rubias tentaciones del regalón de las dueñas de casa.
De Moras, partner de Camiroaga dentro y fuera de pantalla, apretó sus pómulos vertiginosos y juzgó: “Me indigna. Con esto estamos borrando todo, borrando toda una historia que marcó no solamente a un país”. Y Tonka Tomicic atizó: “Voy a citar una frase que me dijo Felipe cuando me fui (de TVN): ‘Tonka, los ejecutivos pasan, los rostros quedan’”.
Están los amigos famosos del rey de los matinales, como Martín Cárcamo, quien declaró: “La forma debió ser más delicada”. Hablan cercanos no conocidos, como Rodrigo Herrera, el camarógrafo que recorrió el mundo con el conductor, que afirma: “Entregó 20 años de su vida a TVN, no se merece esta falta de respeto”. Y están los irónicos, como Claudio Fariña, que dice: “Se han ido muchas personas de la empresa, lo que sobra ahora son estacionamientos”.
En cambio, Karen Doggenweiler lo pasa mal con el santuario ahí, y “subir cada día por ese ascensor es duro, porque estamos ahí al frente, algo que no nos recuerda el cariño, el amor, el talento; nos recuerda el accidente, el dolor”. Julián Elfenbein la apaña: “Desde el punto de vista energético, es una decisión correcta… Felipe y nuestros cinco compañeros tienen un memorial muy merecido que está en el frontis del canal”.
A Jorge Hevia la polémica le desespera: “Yo sé la importancia que tienen las animitas, ¡pero, por favor, dejémoslos tranquilos!”. Y Claudia Conserva cree que el autor de Luciano Bello “siempre enfrentó la vida con una cuota de humor, que sospecho hubiese aplicado frente a este revuelo mediático por el estacionamiento” –MIRE AQUI LA VERSION IMPRESA DE ESTA COLUMNA DE GLAMORAMA EN EL DIARIO LA TERCERA-.
