Pamela Jiles remata a Eva Gómez: «No aceptaría $ 50 millones en fondos públicos por un trabajo mal hecho»
Eva Gómez hizo que volaran las plumas en TVN, Canal 13 y La Red. Bastó que la animadora se tomara unos minutos para descuerar a Ricarte Soto, de Buenos Días a Todos; María Luisa Cordero, de Bienvenidos y Pamela Jiles, de Intrusos, para que el grupo de opinólogos reaccionaran con máximo desaire.
Soto fue el más centrado en su respuesta. Cordero la más hiperventilada. Y Jiles, que está de vacaciones, y a la que también le dolió, mandó una carta pública dirigida a Gómez. Esta es la misiva:
1. Parto esta carta sugiriéndole que ruegue a la Virgen de Triana que la perdone por sus crueles dichos, emitidos contra nuestro colega Ricarte Soto. Entérese de que en este país tenemos «abuelos», es decir ciertas personas a las que todos respetamos por su experiencia y trayectoria, tal es el caso de Ricarte Soto. Ojalá esas venenosas ironías no se devuelvan contra usted. No es bueno tentar a la suerte creyéndose amparada por el poder.
2. Salvo ese punto de mal gusto, me agrada que saque usted la voz, con lo cual muestra su verdadera faz, se somete al escrutinio público y valida a la crítica especializada. Me parece mejor «Eva opinóloga-apitutada» que «Eva mosca-muerta apitutada».
3. Mi presencia en un panel de debate televisivo, lejos de ser una desgracia, se debe a que prefiero trabajar en un ambiente democrático y con seres pensantes, lo que no abunda en la pantalla y si es requisito en mi modesto programita.
4. Respecto de «los pesos que gano», no todas las personas tienen tanta avidez por el dinero como usted. Tal cual le consta, yo he estado, estoy y estaré dispuesta a perder mucha plata, trabajos, amigos y reconocimientos por defender la libertad de expresión y los intereses de mi pueblo. Claro está que, desde su escala de valores, es incomprensible.
5. Efectivamente, elijo ganar un monto razonable y, por ningún motivo aceptaría un sueldo anti-ético de cincuenta millones de pesos en fondos públicos, menos aún por un trabajo mal hecho.