Libro Felipe Camiroaga, La Verdadera Historia revela que la viuda es otra
Ya tiene portada, nombre y a varios fanáticos de Felipe Camiroaga ávidos por saber qué historias contienen sus páginas. Es que el libro Felipe Camiroaga, La Verdadera Historia está listo. Hoy comenzó una preventa por internet a través de la Feria Chilena del Libro y Librería Antártica. Quienes lo adquieran por este sistema lo comenzarán a recibir a partir del viernes 30 de agosto. Mientras que en librería estará durante los primeros días de septiembre.
Hoy el diario La Cuarta publica algunos pasajes del best seller que saldrá la segunda semana de septiembre. Algunas cosas que se cuentan en las 460 hojas de la obra de Cristián Farías y Cecilia Gutiérrez ya se habían filtrado a la prensa de farándula, como su relación paralela con Fernanda Hansen y Lorena Alamos, la misteriosa rubia a la que se tilda como el “gran amor” del “Halcón de Chicureo”.
Según La Cuarta, hay datos que sorprenderán a los seguidores del animador, fallecido en el trágico accidente aéreo de Juan Fernández, como que ninguna de la pareja del conductor recién nombradas es “la verdadera viuda” de Camiroaga, pues la persona que más lo extraña es su asistente, Rosa Elena Aravena, la única mujer que conocía absolutamente todos sus gustos, dolores, amores, desamores y trucos.
En un pasaje de la biografía, se muestra a Felipe medio choreado porque su mujer de confianza no tenía en su casa lo que estaba de moda:
“Comentarios como ‘¡Mmm! ¡Qué rico esto! ¡Dónde lo compraste!’, eran comunes ante unas empanadas que no conocía. Entonces, se quejaba porque Rosa Elena Aravena no le traía esas cosas. Llegó el momento en que la fiel asistente veía todos los detalles de su vida. Desde los contratos y eventos, hasta comprarle la ropa”, dice el libro.
Y tan así era la cosa, que una vez Camiroaga se compró unos calzoncillos. Como no sabía ni su talla (hasta esa prenda se la compraba Rosa Elena), para hacerse el chistoso llegó a una fogata con amigos vestido sólo con la prenda que, obviamente, le quedaba nadando. Sus amigos se mataron de la risa, como siempre pasaba con el animador.