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La desconocida historia de la protagonista de teleseries de Canal 13 que ahora pide plata en la calle

Autor: admin_copesa / 17 diciembre, 2013

En menos de una década Ursula Achterberg pasó del Olimpo de las teleseries a la miseria absoluta. En 1999 estaba en el peak de las telenovelas, un lugar al que pocos llegan. Era la protagonista de Fuera de Control, donde una adolescente es brutalmente agredida por un grupo de jóvenes de vida privilegiada. Y hace unos días huyó de las cámaras de SQP que la grabaron haciendo malabares en la esquina de Tobalaba con Avenida Ossa y luego pidiendo una moneda a los automovilistas -VEA AQUI LA NOTA RELACIONADA-.

 

Los primeros trazos de su historia que ha contado Ursula, es que en 1990 conoció al cantautor cubano Silvio Rodríguez, con quien tuvo un romance. La joven vivió en La Habana entre 1994 y 1995 y regresó cuando el affaire terminó. Volvió a Santiago cambiada. Mucho más rebelde y agresiva. Ya era actriz y en Canal 13 la descubrieron y la convirtieron en la protagonista de Fuera de Control, escrita por el exitoso guionista Pablo Illanes.

 

Pero el rol de actriz principal que otras como Francisca Merino o Aline Kuppenheim llevaron tan bien, fue un calvario para Achterberg. «¡Quedé loca!», contaba, tras interpretar violaciones, quemaduras y pasiones extremas en la historia. «No me gustó el rol de estrella de la telenovela… Siento que la prensa y alguna gente me evaluó como persona y no como personaje, por mi peso, por cómo te paras, cómo caminas y yo sólo estaba preparada para actuar», decía entonces a La Tercera.En esta foto, haciendo malabares en la calle (IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / SQP / CHILEVISION):

 

Un reportaje de archivo de Glamorama señala que Ursula tenía 22 años. Había salido hace meses de la escuela de teatro y en Fuera de control se vio en el puesto que las actrices jóvenes codician y envidian. Y estaba sola. Muy sola. «Ursula era muy especial en los sets de grabación. Muy ensimismada. Siempre estaba tensa. Cuando compartía, lo hacía desde una postura muy a la defensiva», contó, al mismo diario, una de las compañeras de elenco de Achterberg.

 

Terminó odiando la experiencia de la fama y se desahogaba con sus amigos. Les confesaba que había sufrido. Que vivía obsesionada con la dieta. Que aparte de una buena actuación, le exigían una pose glamorosa que ella no tenía. Que los comentarios sobre su figura la tuvieron al borde del colapso. Pero que lo que más le dolía era lo que ella sentía como críticas a sus espaldas.

 

«Ursula demostró un gran talento y se veía preciosa», contaban a Glamorama actores de la teleserie de los 90, aunque aseguran que en vez de alegrarse cuando alguien la felicitaba, ella respondía casi con rencor. Después obtuvo un papel importante en la teleserie Sabor a Ti y ese fue el último. Desapareció de la pantalla chica con la misma rapidez con que llegó a la cima. Otra imagen en la calle:

 

Ursula viajó a México y vendió cosméticos. En 2006 se casó con Vijay Sharma, de origen indio. Se fueron a Inglaterra. Fue madre. Pero allá la convivencia se volvió insoportable. La actriz amenazaba constantemente en regresar a Chile con su hija. Sharma la siguió y ambos pelearon la custodia de la niña.

 

Fue en esa época cuando a Achterberg, que más tarde tuvo otra hija, la azotó una grave depresión. Se puso cada vez más violenta y errática. Se rapó y comenzó a usar bototos. En los tribunales protagonizó una serie de escándalos y peleas a gritos e insultos. Agredió a Carabineros y a su madre, que también peleó la custodia de sus dos nietas. Llamaba la atención por episodios como apagar un cigarrillo en la chaqueta de un guardia o cambiarse de ropa, quedando semidesnuda, en una estación de Metro. La actriz perdió la tuición y las niñas fueron entregadas a la madre de Ursula. Furiosa, insultó a la jueza del caso. En esta foto aparece en esa época, en los juzgados:

 

En 2009 la ex estrella de las teleseries saltó a la crónica roja, ya que fue detenida en tres ocasiones consecutivas robando comida en supermercados. Ella explicó su actitud, diciendo: “Quiero estar con ellas (sus hijas) y llamo la atención robando en algún supermercado, a ver si alguien me pesca. Pero cada vez que llego a un tribunal me toman para la chacota, pero nunca le he pegado a nadie». Después reconoció que robaba porque, en realidad, no tenía qué comer.

 

Achterberg apareció en el matinal Mucho Gusto, de Mega, contando sus penurias y rogando que le dieran trabajo en lo que fuera. Se rotaba para alojar en una pieza que no era suya y una casa okupa en Providencia. Y aseguró que estaba sola. Que ni su madre, ni sus amigos, menos los familiares, le ayudaron. En esta foto aparece en Mucho Gusto, en 2009:

 

Luego la invitaron a un evento, donde nuevamente se mostró errática sobre el escenario, fue pifiada y hubo otro escándalo. La Municipalidad de Recoleta le ofreció realizar talleres de teatro en cokegios de la comuna, con la condición de que, antes, se sometiera a un tratamiento sicológico por dos meses en  el Centro de Salud Mental de Recoleta. La actriz acudió a tres sesiones y desapareció.

 

Desde entonces, Ursula se las ha ingeniado para sobrevivir. En SQP contaron que desde 2010 que la han visto haciendo su pequeño acto de malabares en los semáforos, para luego solicitar una moneda a los automovilistas. Así la grabó el programa de Chilevisión. Aunque al primer atisbo de los focos, ella huyó.