El inédito y carreteado trasnoche de la gala de Viña
La “Tía Sonia” se descontrola bailando a Village People con su amigui Carlita Ochoa. Julio César Rodríguez brinda con su buen pisco sour y le pasa la mano por la espalda a su amigui Daniela Aránguiz y el “Negro” Piñera está furia con un fotógrafo. Aunque el “papurri-papito-papá” es tan buena onda, que a los minutos lo agarra a abrazos en el trasnoche de la gala festivalera.
Los trajes italianos con descuento, joya prestada y la manicure por canje quedan atrás y deja paso al whisky y la pichanga. Iván Núñez, el “hombre ancla” de las noticias en Chilevisión, saca chispas con el Bailando de Enrique Iglesias junto su señora despampanante, la Farah Diva de la gala, que no da tregua en la pista de baile.
Rafa Arenada se pasea burbujeante, esparciendo con los dedos gotitas de su copa de champaña, hasta que se desata con la canción pegajosa de Flashdance. Brinca con Marcela Vacarezza y ese traje Pucci tajeado de arriba abajo y que ya usó medio Hollywood, pero que a ella le queda “¡divino!”, como repite Rubén Campos.
El mini galán Augusto Schuster mira con la boca abierta a Daniella Chávez, una niña que sube fotos medio piluchas a Instagram y que está de candidata a reina. El joven conquistador se junta con Karol Dance y Fernando Godoy, se toman una selfie con la nueva “Yayita” televisiva y después se van a flirtear con Lucila Vit.
Javiera Acevedo, por primera vez elegante gracias a Dolce & Gabbana, está arrinconada con su novio José Martínez, ex de Javiera Contador. “La Jueza” Carmen Gloria Arroyo está arrinconada con su galán parrillero Bernardo Borgeat y Juanita Ringeling con Matías Oviedo.
Farkas, con sus kilos de diamantes de su “amigo Cartier”, según dijo Lucía López, es como el Don, el boss de la gala, rodeado por unos roperos que impiden que un periodista pase por su lado.
Corre el champaña en los dos bares abiertos, tanto que un conocido panelista ya tiene los ojos perdidos. El grupo de covers ochenteros sigue con los hits de fiesta kitsh y los famosos se desbandan, aunque son bien apretados: en el vasito del barman hay apenas mil pesos de propina.
Y la que no trasnochó fue Fernanda Hansen, la periodista sufrida que se casó ayer en el resort El Tebo, con invitados como “Pollo” Valdivia o Carola Varleta. Fernanda brindó entre los pinos y la playa con Rodrigo Rozas, el guapo novio que le toma retratos en blanco y negro. Nada más romántico.
