2071991.jpg

Luli se convirtió en una insoportable pesadilla en Amor a Prueba, brujeando a galán español

Autor: admin_copesa / 9 febrero, 2015

Tienen razón: Los participantes de Amor a Prueba que se quejan porque Luli está insoportable, están en lo correcto. La modelo sufre ataques de paranoia y está todo el tiempo brujeando, quejándose y molestando en el reality de Mega.

 

Es verdad que Luli ha sufrido en el programa el peor bullying que se le haya hecho a un participante de uno de estos tipos de shows -VEA LO QUE HA PASADO CON ELLA, ACA-. Pero también es cierto que se imagina complots y ataques en su contra. Incluso reconoció que no es verdad que Adriana Barrientos le haya cortado el pelo cuando estaba durmiendo, como ella había asegurado.

 

Cosntantemente está protestando, llorando y quejándose de que, junto con Barrientos, participantes como Aylén Milla, la venezolana Oriana Marzoli y otros la quieren destruir. Ahora último, además, se imagina que está perdiendo el amor del galán español Tony Spina -ex de Oriana- y que la argentina Romina Ansaldo se lo va a quitar.

 

Tony debe soportar pataletas de Luli cada media hora. En el último capítulo de Amor a Prueba se dio una de esas tantas, cuando la pareja ya estaba acostada, en camas contiguas. Luli comenzó a catetear a Tony porque este no acercaba su colchón al de ella -MIRE EL VIDEO AQUI. VAYA AL MINUTO 01.24-:

 

Luli: «¿Vai a venir?»

 

Tony: «No puedo venir, porque me caigo, está el colchón, mira…»

 

Luli: «Bueno, ¡acércalo poh!».

 

Tony: «¡Y acércalo tú de ahí!».


Luli: «¿Y por qué usted no puede? Te estoy preguntando».

 

Tony: «Porque si lo tengo que hacer yo, tengo que mover toda la cama y Romina está durmiendo y tiene fiebre». 

 

Luli se levanta de la cama bruscamente.

 

Tony: «¡Ves, eso es lo que me molesta!»

 

Luli: «¿Por qué? No estoy haciendo nada».

 

Tony: «¡Pero si te digo ‘muévelo’, muévelo, no busques polémica!».


Luli: «Estoy preguntando…»


Tony: «Si pudiera lo movería yo, seguro».

 

Luli se pone de pie y mueve el colchón.

 

Tony: «¿Me notas más distante contigo?»

 

Luli: «Sí».


Tony: «¡Bah! ¿Entonces?»

 

Luli: «Otras actitudes».


Tony: «Claro que estoy cansado de discutir»


Luli: «¿Entonces? ¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a cambiar por alguien que no discuta tanto?».

 

Tony: «No, tienes que cambiar tú y que vuelva la de antes, la que me encantó».

 

Luli: «¿Y por qué me lo sacas en cara a cada rato? ¿Es porque ya es tiempo de cambiar?».

 

Tony: «Te estoy diciendo el por qué te ves rara Nicole».

 

Luli: «Pero no me puedes crucificar por eso».

 

Tony: «¡No te estoy crucificando, te estoy diciendo por qué me ves raro! Porque estoy cansado, lo único que te estoy diciendo, punto y final. No te estoy echando en cara nada».

 

Luli: «Pero me lo dices a cada rato».


Tony: «¡Joder!».


Luli: «A cada rato».

 

Tony: «Nicole, no me gusta repetir las cosas 30 veces».

 

Luli: «¡Por eso poh, me las repites más de 30 veces!».


Tony: «¡No te las repito! Mira yo estaba hasta durmiendo. ¡Ya me estás alterando!».

 

Tony gira, dándole la espalda a Luli.

 

Luli: «¿Conversemos?»

 

Tony: «No quiero conversar, estaba durmiendo».

 

Luli: «Te digo algo, si no conversamos ahora, no conversamos nunca más».

 

Tony: «A mí no me amenaces».

 

Luli: «Te lo digo ahora, ya me aburrí de todo, te lo juro por Dios. Si no te das vuelta ahora a hablar, no me hablas nunca más. Cuando yo digo algo, te lo digo, ya me aburrí de cambiar».

 

Tony: «¿Pero para qué amenazas, pero para que amenazas?»

 

Tony gira, dándole la espalda a Luli.

 

Luli: «¡Si no te das vuelta ahora, no hablamos nunca más!».

 

Tony: «¡Para qué amenazas!».

 

Luli: «¡No hablamos nunca más! ¡Yo ya me aburrí ya! ¡No estoy chillando! ¡Si no te das vuelta a hablar, no hablamos nunca más! ¡Te lo juro por Dios y terminamos! ¡Yo también colapsé! ¡Conmigo no, niño, conmigo no!».

 

Tony: «¡Tú te comportas como una niña!».

 

Luli: «¡Te he aguantado 10 veces, 20, 30, 40! He sido, te lo juro…»

 

Tony: «Ahora tienes la razón…»


Luli: «No , no tengo la razón, no tengo la razón y no te rías en mi cama. No te obligo a estar conmigo».

 

Tony: «¿Ya ves que tú te montas las películas?»

 

Luli: «No sé si me quieres o me odias, en este momento».


Tony: «¡Yo no tengo por qué escuchar tonterías. Adiós!».


Luli: «Ya poh ¿entonces? Está más que claro si reaccionas así. ¿Por qué no das la cara y solucionamos las cosas? Estrategia entonces…»


Tony: «¿Qué estrategia? Ves como sigues mal pensando de mí. ¿Estrategia? Sigues mal pensando de mi».


Luli: «Es que como me hablas…»

 

Tony: «¡Sigues mal pensando de mí, porque estoy cansado precisamente de estas cosas!».


Luli: «¡Cada momento me sorprendes más y cada momento le encuentro la razón a Oriana!».

 

Luli se va. Pero a la mañana siguiente inició una nueva discusión con Tony.