2099400.jpg

La sorprendente confesión marihuanera de Raquel Argandoña

Autor: admin_copesa / 10 abril, 2015

Raquel Argandoña reapareció en Vértigo con uno de sus mejores look. Impecable. Muy rubia, de pelo corto, delgada y de riguroso negro. Regia. También estaba muchísimo más relajada y simpática que en sus tiempos de opinóloga furiosa. Y realizó una hilarante confesión.

 

Contó que está dedicada a atender a su hija Kel Calderón, quien se prepara para dar su examen de grado, luego de egresar de Derecho en la Universidad de Chile. Aseguró que está feliz con el pololeo de la joven con Pangal Andrade. Entonces, la pregunta fue que, si es que, debido a esta cercanía con el ecologista Pangal, Raquel se ha acercado más a la “pachamama” y si ha probado “hierbas”.

 

Argandoña soltó una hilarante anécdota que le ocurrió hace poco, al fumar “un pitito buenísimo, un cogollo maravilloso” –MIRE AQUI EL VIDEO-. Este fue su relato:

 

“¡A ver! ¡No seamos cínicos! De los invitados, ¿quién no se ha fumado un pito? Yo me he fumado un pito, no con mis suegros, pero yo me lo fumé mucho tiempo… ¡Sí poh! ¡Antes sí! Eso sí, ¿sabí lo que pasó? Les voy contar una cosa, total, si me echan, échenme luego porque tengo una comida a las doce…

 

“Te voy a decir lo que me pasó hace poco. Total, como no estoy en televisión, ningún canal me puede castigar, me da lo mismo. Me fumé un pitito buenísimo, un cogollo pero maravilloso. Es un tema que se está hablando. Pero, ¿sabes qué?, yo había tomado antes, había tomado mucho champagne… ¡De verdad! Entonces, uno aprende con ese cuento, porque yo antes fumaba y no me pasaba nada, porque todo tranquilo, pero aquí había tomado champaña y me fumé este pitito…

 

“¡Cuatro piteás me pegué! De repente, yo estaba en una comida y lo más terribles que… Estos se ríen porque cachan lo que estoy diciendo… Tú sentí y estai consciente de todo lo que está pasando. Yo decía ‘a ver, yo tengo que acercarme a mi dormitorio sin que la gente sepa que estoy mal’ Lo terrible es que quieres llevar la indicación a las piernas y no te responden. ¡Tú cachai lo que te digo! ¡No me respondían!

 

“¡Pangal me va a matar! Porque Pangal había llegado a buscar a la Kel a esta comida. Entonces, como que me vio media complicada… Dije: ‘Aquí yo calladita, me voy a sentar en el sillón y no me voy a mover’. Pero cachaba todo lo que estaba pasando y nadie me ayudaba.

 

«Tú decí ‘ayuda’, pero te reí y dicen ‘esta tonteando, ¿qué quiere ayuda? Y Pangal, como me vio complicá, me tomó en brazos y me fue a sentar a un silloncito y me dijo: ‘Suegra, usted tranquilita nomás, no se preocupe que nadie la va a notar’. ¡Perdí toda la dignidad de suegra! ¿Sabí lo que pasó? Que el cogollo era tan bueno, que se me apagó la tele hasta el otro día».