Guarello destrozó la Maratón de Santiago y a los famosillos «pintamonos» del «running»
Juan Cristóbal Guarello es como el “Yerko Puchento” del deporte. Sólo que el periodista lanza sus críticas sin disfraces, personajes ni alter egos. Ahora destrozó la Maratón de Santiago –VEA ACA LA GALERIA CON LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS DE LA MARATON-.
Hizo pebre el evento del “running” y a los “runners” célebres que aparecen en las sociales, varios de ellos auspiciados por marcas de zapatillas que les regalan ropa.
Guarello hizo el comentario en su columna en el sitio chile.as.com –MIRE AQUÍ LA COLUMNA COMPLETA- y de inmediato provocó una ola de reacciones en Twitter. Estas fueron algunas de sus feroces frases:
“Mi amigo Gatito, uso el nombre de chapa para que las fuerzas represivas del “running” mercantilizado no lo rastreen, se coló en el Maratón de Santiago que se realizó el fin de semana…
“Sin número identificatorio, sin pagar las 30 lucas, sin tarjeta de crédito, sin inscripción on line, sin vergüenza. Total, unos colados más o menos no le restan nada a los 700 palos que recauda la empresa (que no paga impuestos) organizadora del evento. Esto sin contar los pingues ingresos por auspiciadores y derechos de televisión…
“Un veterano de fondista, antes de que el irritante anglicismo “running” nos fundiera el cerebro, contaba en el diario Las Últimas Noticias como el antiguo maratón de Santiago, auspiciado por Química Höechest, era de inscripción gratuita. El único requisito era presentar un certificado médico (ahora se firma un papel desligando a los organizadores sobre cualquier problema de salud)…
“Claro, no habrá buenos corredores chilenos, pero la vida social es espectacular, con una pléyade de actores, conductores de televisión, estrellas de reality shows, políticos empeñosos y pintamonos profesionales. En ese rubro, este evento “running” se pasea a Lollapallooza. Sale hasta en revista Cosas…
“Llamativo, desde que comenzaron los maratones de Santiago como negocio, no ha salido un solo maratonista chileno decente. No digo uno bueno, sólo decente”.