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La brutal rabieta de Michael Murtagh por supuesto «arreglín» en final del reality

Autor: admin_copesa / 15 mayo, 2015

Cuesta pillar una final de reality sin polémica. Y en el cierre de Amor a Prueba, en Pirque, volvió a pasar –MIRE AQUI LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS DE LA JORNADA-. El instante del escándalo ocurrió en la clasificación a la finalísima. Los afectados fueron Michael Murtagh y Liz Emiliano, quienes terminaron entre gritos y llantos la prueba que los dejó sin acceder a la última instancia y los $40 millones. –VEA LO QUE PASÓ EN LA FINAL DEL REALITY AQUÍ–

 

La cosa empezó así. El dúo compitió en la semifinal contra las parejas compuestas por Pedro Astorga con Romina Ansaldo, y Marco Ferri con Aylén Milla. La prueba, en medio de una enorme piscina, consistió en llenar con arena un tambor que estaba en una balanza hasta superar un contrapeso y que el balde tocara íntegramente el suelo. 

 

Los primeros en lograrlo fueron Pedro y Romina. Más atrás venían las otras dos parejas. Fue en este momento que ocurre la polémica. Michael y Liz, quienes iban segundos, se dieron por ganadores al mostrar, según ellos, que su tambor estaba igual que el de Astorga y Ansaldo. Sin embargo, los jueces de la competencia no les dieron la razón. Y ardió Troya. 

 

Michael seguía fuera de sí. Se movía de un lado para otro, con la cara desfigurada de la rabia. «¡Está tocando! ¡Está tocando!», decía sin parar. En tanto, Marco y Aylén terminaron la prueba y clasificaron a la final con el consentimiento de los jueces, quienes consideraron que su recipiente estaba completamente apoyado en el piso. 

 

Desde el público, los familiares y cercanos a Murtagh gritaban que la prueba estaba “arreglada” y las emprendían contra Aylén y Marco, quienes recibían las felicitaciones de Karla Constant en la tarima principal.

 

Fuera de cámara, Michael no paraba de alegar. Le mostraba a uno de los productores a cada rato su recipiente, insistiendo en que estaba a la misma altura que la de los ganadores de la prueba. Liz, en tanto, estalló en llanto. “¡Son unos tramposos!”, gritó antes de retirarse entre lágrimas.

 

Pero la pataleta no quedó allí. Mientras el programa se fue a comerciales, Michael seguía alegando furioso a un productor. Estuvo cerca de cinco minutos sobre las torres donde estaban las balanzas con los baldes, golpeando todo a su alrededor. “¡El tambor toca el piso! ¡Está arreglado esto!”, decía sin parar. 

 

Incluso su hermano Denis llegó con cámara en mano para apoyarlo. “Sinceramente, esto está arreglado. Todo Chile y la gente lo ve ¡Claramente se ve que está tocando! ¡No pueden ser tan caras de palo! ¡Es súper evidente que toca el suelo! ¡Hay fotos!”, afirmó.

 

Finalmente, Michael accedió a reunirse en privado con los productores del reality, entre ellos Ignacio Corvalán, mandamás del espacio. Lo trataron de calmar. Pero les costó. Según contaron testigos a glamorama.latercera.com, el participante seguía fuera de sí, lanzando y pateando todo a su paso. Desde Mega aclararon que Murtagh, tras la conversación con la producción, pudo calmarse. Una imagen: