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Juan Antonio Labra revela la terrible depresión por la que perdió su matrimonio

Autor: admin_copesa / 16 mayo, 2015

Antonella Ríos lloraba desconsoladamente sentada al lado de Juan Antonio Labra en el último Vértigo –VEA AQUÍ EL VIDEO-.

 

El cantante llegó a ser una estrella en Chile en los años ’80. Era el llamado “Michael Jackson chileno”. Tuvo una docena de hits radiales. Grabó cuatro discos. Sus actuaciones en el Festival de Viña causaban locura. Tuvo la oportunidad de firmar con un gran sello discográfico en Miami e internacionalizar su carrera. Pero no quiso. Al año siguiente murió su adorada madre y sufrió una depresión que dura hasta hoy.

 

A los 56 años, Labra contó en el estelar de Canal 13 como fue el infierno que vivió. Este fue parte de su relato:

 

“Llegué a un punto en que pude internacionalizar mi carrera, pero lo que vi fuera no me gustó. No quise meterme en ese negocio donde hay mucha mafia, muchas cosas extrañas, y siempre fui muy piola, muy para adentro. Me faltó esa parte más ejecutiva de los artistas. Una parte es la musical y otra el asunto ejecutivo, de poder manejarse con los medios, de soportar los viajes, las estadas en otras partes, de poder separarse de la familia.

 

“Después de las cinco veces que estuve en el Festival  me fui a Miami, estuve haciendo algunos programas, me fue muy bien, hubo artistas que me quisieron traspasar e sus mánagers, tuve un posible contrato con la EMI latina. Fue algo extraño lo que pasó, sentí que no era lo mío. Siempre tuve esa dicotomía de ser famoso… Me dediqué a la música porque me gustaba la música, no porque pretendía ser famoso o millonario.

 

“Siempre hubo esa dualidad que me molestaba. Soy muy tímido, me cuesta en cierta medida tener ese rol que tiene el artista, que es ser un comunicador, un tipo avasallador, egocéntrico, que tiene que ser así, porque es un producto que tiene que llegar al máximo de masas posible. Me faltaron esas virtudes para poder dedicarme a esto. Al año siguiente falleció mi madre, que fue algo que no me permitió arrepentirme de le decisión que había tomado. Pero si lo volviese a vivir, tomaría la misma decisión.

 

“Soy hijo único, teníamos un vínculo muy especial con la viejita. Ella escribió canciones conmigo. Fue un golpe durísimo, porque fue una cosa muy repentina. (Tuve una depresión) Como 15 años. Fue una depresión bastante complicada. La depresión es como que se te mete el Diablo al cuerpo, es muy incomprendida, porque la gente dice ‘bueno, pero qué le duele a este tipo’.

 

«Es una cosa sicológica, emocional. Vine al programa para dar un testimonio de que estoy mejor y estoy venciendo la depresión. Estoy en tratamiento, la he vencido fuertemente. Estoy cantando nuevamente, contento de poder cantar, arriba del escenario, compartiendo con la gente, recibiendo todo este cariño.

 

“Los momentos más duros fue perder mi matrimonio. Desgraciadamente, cuando uno está enfermo no puede cultivar el matrimonio, la relación de pareja, que hay que cultivarla todos los días. Mi mujer me soportó muchos años y gracias a ella estoy mejor. Ella tiene otra familia y estoy muy contento por ella. Pero en mi caso no pude nunca reactivar esa relación, por esta depresión. Ella siempre me decía ‘anda al médico, anda al siquiatra. El depresivo siempre cree que puede salir adelante por sí solo, no con ayuda.

 

“El 95 se me declaró una artritis reumatoide, que me dejó sin moverme. Entre en tratamiento y poder empezar a moverme,  bailar un poco más… (Sufría) Una renuncia a vivir, a hacer cosas, a luchar por la vida, y a realizar mi misión, que es entregar canciones  a la gente. Más que cantar o estar sobre un escenario, es escribir cosas que a la gente le ayuden. Dios, el público y mi ex mujer son fundamentales. También mi padre, que siempre me ha ayudado, mis hijas que son mi vida, mi razón de existir, por ellas seguí luchando.

 

“Por mi ex mujer estoy feliz, porque encontró un gran hombre, una gran familia detrás de ese hombre. Mi mujer es una gran persona, se merece todo lo que le está pasando, tiene dos hijos maravillosos, que los adoro. (Estoy emocionado) Por mis hija y por todo lo que he vivido. Mi mujer tuvo la delicadeza de dejarme vivir con ellas, porque en cierta medida yo necesitaba más estar con ellas que ella. Así es que ella me apoyó en ese sentido y mis hijas se quedaron a vivir conmigo. Somos una familia más grande y me ha dado un aliciente para seguir creyendo que lo que hago es importante para el público”.