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El último y violento round televisivo de Bonvallet: En Vértigo contra Giorgio Jackson

Autor: admin_copesa / 22 mayo, 2015

“¡Cállate, cállate, cállate!”, eran los argumentos de Eduardo Bonvallet en un momento del violento ataque que realizó en Vértigo en contra del diputado Giorgio Jackson, a quien además trató de mentiroso, gritoneó y ninguneó. “Estamos bien relajados acá en el estudio de Vértigo”, tuiteó el comediante Pedro Ruminot -desde su cuenta @pedroruminot-, quien estaba acompañando desde el backstage a su novia, Alison Mandel, otra de las invitadas a la polémica edición del estelar de Canal 13.

 

Fue la noche del pasado 21 de mayo y esta se convertiría en la última de las grandes peleas televisivas del comentarista que fue encontrado muerto a las 8 de esta mañana –VEA ACA LA INFORMACION DEL DECESO-.:

 

El incómodo momento se dio durante la sección Muro de la Verdad, cuando le consultaron a Jackson si estaba arrepentido de haber entregado su apoyo a Michelle Bachelet durante las elecciones presidenciales –MIRE QUI EL VIDEO-. De ahí los animadores preguntaron al diputado de 28 años sobre el sueldo de los parlamentarios. Esta fue la pelea que siguió, palabra por palabra:

 

Cecilia Bolocco: “Es que hay mensajes cruzados. Se acaba con el binominal, pero al mismo tiempo se incrementa el congreso, los parlamentarios crecen, los diputados y senadores. Y por otro lado, apareces tú y dices ‘bajemos el suelo’. ¿A quién le creemos? Lo tuyo, que de alguna quieres impulsar, se detiene; y lo otro, que se aprueba rápidamente”.

 

Giorgio Jackson: “Creo que son discusiones distintas. Una es cuánto debería…”

 

Bolocco: “Son, sin lugar a dudas…”

 

Jackson: “Pero por eso, se mezclan y tienes un punto…”

 

Bolocco: “Pero la gente queda en una nube sin entender nada, ¿cierto?”.

 

Jackson: “Y qué bueno que podamos tener un minutito, aunque sea, y después ver otros temas, pero un minutito para ver esto. Una cosa es cuán representativas puedan ser las organizaciones, que todas las visiones puedan tener cabida en las instituciones representativas como el Parlamento. Para eso  se cambia la forma en votación y, a veces, el número tiene que crecer para que quepan todas las visiones. Y otra cosa distintas es cuánto le pagamos a los parlamentarios. Yo creo que es un exceso lo que hoy día se paga”.

 

Bolocco: “¿Cuánto ganas tú?”.

 

Jackson: “Hoy día el sueldo bruto es de nueve millones de pesos”.

 

Bolocco: “¿Y líquido? Porque eso es con las asignaciones”.

 

Jackson: “Líquido es como seis y medio… Porque uno paga como dos millones…”

 

Bolocco: “Líquido seis millones… Nueve con asignaciones”

 

Eduardo Bonvallet: “¿Y no te da vergüenza?”

 

Jackson: “¡Por supuesto que me da vergüenza!”

 

Bonvallet: “Entonces regálalo”.

 

Jackson: “Yo la mitad de los recursos los dono”

 

Bonvallet: “¡Ragálalo!” (El público aplaude. En pantalla no se distingue si la gente es alentada o no por el coordinador de piso del programa, como sucede en la mayoría de las ocasiones).

 

Jackson: “Yo la mitad de los recursos los dono”.

 

Bonvallet: “¡Regálalo!”.

 

Jackson: “¡Yo lo hago! ¡Está transparentado! ¡Yo no recibo ese sueldo!”

 

Bonvallet: “Lo que pasa es que tu eres político…”

 

Jackson: “Eduardo…”

 

Bonvallet: “Un niñito que nunca te han cortado la luz…”

 

Jackson: “¡Eduardo…!”

 

Bonvallet: “Nunca te han cortado el gas…”

 

Jackson: “Por eso te digo”.

 

Bonvallet: “¡O sea, para!  Yo te he aguantado todos los Twitter que me has enviado en contra mía, y yo ni siquiera te conozco, ¡ya!, ¡respeto!”.

 

Jackson: “Cuéntame”.

 

Bonvallet: “Primero que nada, me cargan los mentirosos y los políticos. ¡Regala tu plata!  Yo mi sueldo, ganaba diez en radio Zero, y cinco se los regalaba a misa compañeros que estaban cesantes. ¡Regálalo!”.

 

Jackson: “Yo dono la mitad desde marzo del año pasado… Y está publicado”.

 

Bonvallet: “¡Ragálalo, lo quiero ver!”.

 

Jackson: “Está publicado en la página web”.

 

Bonvallet: “¡Tú y la Camila Vallejo se oponen que les bajen sus remuneraciones en la Cámara”.

 

Jackson: “Eduardo…”

 

Bonvallet: “¡Déjate de mentir!”.

 

Jackson: “Agarra tu celular…”

 

Bonvallet: “¡Déjate de mentir! ¡Déjate de mentir gueón! ¡Me tení aburrío! ¡Igual que todos los políticos! ¡Chao!”.

 

Jackson: “Agarra tu celular, pon mi página web y vas a ver que yo dono la mitad de mis recursos, te puedo mostrar…”

 

Bonvallet: “¡Cállate, cállate, cállate!”.

 

Bolocco: “Eduardo, hablemos civilizado, porque…”

 

Bonvallet: “¡Faltas a la verdad! ¡Faltas a la verdad! ¡Faltas a la verdad!”.

 

Jackson: “Te puedo mostrar mis transferencias bancarias, no me llames mentiroso”.

 

Bolocco: “Sí”.

 

Jackson: “Te puedo mostrar las transferencias bancarias si quieres, yo dono la mitad de mis recursos”.

 

Bonvallet: “¿Quién ataca primero? Tú a mí, yo ni siquiera te conocía”.

 

Jackson: “¡No mezcles cosas!”

 

Bonvallet: “¡Ni siquiera te conocía! ¡¿Cómo me trataste a mí?!”.

 

Jackson: “No mezcles cosas, Eduardo”.

 

Martín Cárcamo: “¡Tranquilo, tranquilo!”

 

Entonces, Cecilia Bolocco se levanta de su asiento y se dirige hacia Bonvallet, le pone un brazo sobre los hombros, tratando de calmarlo.

 

Bolocco: “¿Ya? ¿Pasó?»

 

Jackson: “Puedes tener todas las diferencias que tengas conmigo, pero no me trates de mentiroso, porque no lo soy”

 

Bonvallet: “¡Yo no tengo ninguna diferencia, porque no te conozco! ¡No existes!”

 

Bolocco: “Pero conversemos, dialoguemos, no tenemos para qué faltarnos el respeto”

 

Bonvallet: “¡Bájate tu sueldo! ¡Bájate! ¡Bájate el sueldo!”

 

Bolocco: “El acaba de decir…”

 

Jackson: “¡Eso quiero! ¡Estoy  empujando eso!”

 

Bonvallet: “¡¿Cuánto es el sueldo mínimo?! ¡¿Cuánto es el sueldo mínimo?!”

 

Jackson: “225 mil pesos ¡y me parece una vergüenza!”

 

Bonvallet: “¡¿Cuántas veces  son nueves millones de pesos los 200…?!”

 

Jackson: “Casi 40 veces”

 

Bonvallet: “¿Y no te da vergüenza?”

 

Jackson: “¡Me da vergüenza!”

 

Bonvallet: “¡Ya poh, bájatelo!”

 

Jackson: “¡Eso queremos poh Eduardo!”.

 

Bolocco: “En eso está”.

 

Jackson: “¡Dile a los otros parlamentarios que lo apoyen! ¡A los que son seguidores de él!”.

 

Bonvallet: “¡No! ¡Porque yo te lo digo a ti! ¡Tú estás aquí!”.