Análisis a las nominaciones a los premios Emmy: Fuera lo viejo, bienvenido lo nuevo
Hay que mirar el vaso medio lleno. Por supuesto que los Emmy, como siempre, dejaron fuera a series que merecían nominaciones, por incluir a algunos de sus eternos favoritos. Quizás la falta más grave en lo que a ausencias se refiere, es que The Americans, la maravilla de espías rusos en Estados Unidos de la era Reagan, sea olvidado en mejor drama, mientras que se incluyó una temporada bien mediocre de Downton Abbey.
Pero también hay felicidad, champaña, plegarias escuchadas y una esperanza de que los votantes de la Academia Televisiva, que entregan los Emmy, sí ven series: Tatiana Maslany fue nominada por mejor actriz gracias a Orphan Black, donde hace un acto de equilibrismo dramático tan fascinante como sobrehumano, interpretando a clones, cada una con su propia personalidad, cadencia al hablar, modo de caminar y características para que los fanáticos la hayan convertido en una favorita que se expande en el boca a boca.
Este año los Emmy se abrieron a Maslany y a otras novedades, quizás como nunca antes. No sólo lo evidencian la avalancha de nominaciones de Netflix y Amazon, por series tan innovadoras y de nicho como Transparent o Unbreakable Kimmy Schmidt o, incluso, Better Call Saul. Taraji P. Henson y Viola Davis, dos actrices afroamericanas y grandiosas, compiten por mejor actriz de drama, algo que no sucedía hace décadas, y la mujer más importante en comedia hoy en Estados Unidos, Amy Schumer, fue reconocida. The Jinx, las mejores seis horas televisivas del 2015, tiene seis nominaciones y la vida tiene más sentido después de eso –SIGA LEYENDO LA COLUMNA COMPLETA EN LA TERCERA-.
