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Kaminski desclasificó monumental tongo farandulero

Autor: admin_copesa / 7 septiembre, 2015

Francisco Kaminski es un hijo de la farándula. Se hizo conocido como reportero en esta área. Fue notero por varios años, tratando de captar a algún famoso afuera de una discoteca de moda, entre otras cosas. Sin embargo, cayó en la tentación de armar algún tongo para generar material.

 

Hace unos años, cuando era notero del extinto programa Mira Quién Habla, de Mega, Kaminski engañó a todos. Inventó un falso móvil desde la supuesta casa de Marlen Olivari, quien en ese tiempo llenaba las páginas de la prensa rosa por su polémica relación con Roberto Dueñas. Al final, todo salió a la perfección y no lo pillaron, hasta ahora, que desclasificó la verdad.

 

El ex animador de Mega reveló todo en el web show radial de Enzo Corsi, que se emite desde la página www.ponradio.com. Este fue el diálogo:


Francisco Kaminski: “Te voy a contar algo que nunca he contado en la vida. Te acordai que yo trabajaba en un programa de farándula, en Mira Quién Habla. Hacía los móviles y todo. Y un día, me dice el editor periodístico ‘ya, ¿qué tení pa hoy día?’. Y no tenía nada ¡Nada!

 

“Y de ahí, compadre, salgo. ‘Sí, si tengo algo’. ‘¿Qué tení?’

 

Enzo Corsi: “Ah, ¡chamullaste!”.

 

Kaminski: “Sí, altiro. Improvisando sobre la misma”.

 

Corsi: “Ni siquiera lo teniai claro. Improvisaste”.

 

Kaminski: “Si poh. Y le digo, ‘¿sabí lo que tengo?’ Le digo ‘siéntate’. Me conseguí la dirección, porque en ese tiempo estaba la Marlen Olivari con Roberto Dueñas peleados a mango y ocupando todas las páginas. Le digo ‘me conseguí la dirección de Marlen Olivari. Voy a hacer un móvil desde su casa’. Bueno, me compra altiro y me dice ‘abrimos contigo’. Y yo me subo al móvil y el chofer me dice ‘¿pa donde vamos, hueón?’. ‘Vamos a la casa de la Marlen Olivari’, yo dije. ‘¿Pa dónde?’. ‘Pa allá, pa Las Condes’. Yo cachaba que la Marlen Olivari no vivía abajo. Dije ‘debe vivir pa Las Condes’. Y le decía al chofer, ‘es que no me acuerdo muy bien, es que había venido’. Fue como en Escrivá de Balaguer. Y llego a la esquina y le digo ‘¡esta es, esta es!’. 

 

Corsi; “Tu sindicaste la casa, ‘¡esa es!”.

 

Kaminski: “Sí, ‘esta es’. Y yo buscando una casa donde, ojalá, no hubiese nadie. Yo estaba ahí, estábamos esperando a salir al aire, y en una no aguanté más y le digo al operador del móvil, porque hay que tener un cómplice en esta hueá, le digo al operador del móvil, ‘¿te digo la verdad, compadre?  Esta no es la casa de la Marlen’. Entonces, le digo al camarógrafo, ‘si sale cualquier mina, sígueme en el juego’. ‘Ya, ok’. Los dos involucrados, el camarógrafo y el operador del móvil. Y voy ahí, compadre, y salgo al aire. ‘Hola. Aquí estamos, muchachos, en la noticia’, abriendo el programa y mintiéndole a toda la gente poh”.

 

Corsi: “¿Y te sentías nervioso?”.

 

Kaminski: “No, yo tranquilo… Y yo, ‘estamos aquí en la noticia, nadie se ha enterado. Marlen Olivari, en cualquier momento, sale a conversar con nosotros’. Y vamos tocando el timbre, compadre, diciendo ‘¡Marlen!, ¡Marlen!’. Y yo entrevistando para alargar, porque nos estaba yendo bien. Sigue, sigue, sigue. Me fui a tocar el timbre de la vecina. ‘¿Usted ha escuchado pelear a la Marlen con Roberto Dueñas?’. Y la vieja no entendía de quién le estábamos hablando. Y yo le sacaba el micrófono para que no dijera que no. ‘Ya, y vamos a conversar con otra señora’, porque uno siempre es rápido”.

 

Corsi: “Es que le decí a la gente en Chile y te sigue…”.

 

Kaminski: “Y espérate. La señora yo creo que estaba adentro de la casa viendo el programa. Y me pasó algo mágico, porque yo dije ‘¡Marlen!, ¡Marlen! Si no quieres salir, sácanos una toalla blanca por la ventana (silencio en la grabación) 

 

Corsi: ”Y si se llamaba Marlen?”.

 

Kaminski: “No. Yo creo que estaba viendo el programa. Yo le pedía, le decía, ‘si estás bien con Roberto, danos la mano’. Y la señora hacía así (hace un gesto de saludo) con la mano ¡Eso no lo supo nadie!”.

 

Corsi: “Si no te salía, te ibai…”.

 

Kaminski: “De patada en la raja, yo creo”.

 

Corsi: “¡Qué buena!”.

 

Kaminski: “Con toda la perso…”.