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Bonvallet y la depresión: «Es como un cáncer que te azota y te revienta el alma»

Autor: admin_copesa / 18 septiembre, 2015

En marzo de 1997 Eduardo Bonvallet –CONOZCA ACA LOS DETALLES DEL DECESO DEL COMENTARISTA– estaba en el peak de su popularidad en televisión. Fue entonces cuando tenía su propio programa de entrevistas en La Red, todos los sábados, a las 22 horas, donde su momento más comentado fue una entrevista a Augusto Pinochet.

 

En esos días también dio una de las entrevistas que mejor lo retrataron. La hizo la periodista Marialí Bofill en el diario La Tercera. El “gurú”, como lo llamaban sus seguidores, opinó de todo. De política, de sus denuncias, de droga, homosexualismo, y de la depresión que sufrió. Aquí reproducimos ese diálogo en forma íntegra:

 

«Creo que voy a morir en forma drástica. . . . . .Porque todo lo que sueño se cumple». Así lo siente y lo confiesa. De un ataque, de un balazo. EDUARDO BONVALLET está seguro. «Lo mío va a pasar a ser como una religión», añade el futbolista que un día avisoró que tendría un programa de entrevistas. Y allí está: todos los sábados, a las 22.00 horas, en La Red.

 

«Cuando salgo a la calle las señoras me dan la mano y lloran o se me acerca un muchacho que me dice que nunca había querido tanto a su país como lo quiere ahora. Estoy complicado».

 

¿A quién te gustaría entrevistar en Noche de Bomba?

 

«A Augusto Pinochet».

 

¿Qué le preguntarías?

 

«Yo no preparo nada, voy preguntando según los ojos, según la cara. Creo que habría humor, cosas profundas. Lo que sí, no lo trataría mal».

 

¿Por qué no? 

 

«Primero, por respeto a su edad… «

 

¿También por afinidad política? 

 

«No soy político, voto por el hombre, independientemente de su tendencia política. Una vez lo hice por Tomás Jocelyn-Holt (DC), también por Frei y después no voté por Jaime Castillo Velasco (DC), en La Reina, opté por la Gazmuri, que es de Renovación Nacional».

 

¿Has pensado en una carrera política? 

 

«Mira, no quiero tocar ese tema. Estoy súper indignado por lo que hizo la Unión de Centro Centro conmigo. Haber aparecido por todos lados así y yo ni siquiera los conozco. No sé cómo quieren que la juventud crea en ellos si mienten». 

¿Por lo de la candidatura? 

 

«Sí. Una vez recibí un llamado de un señor Concha y después apareció en televisión y en todos los diarios diciendo que yo era candidato a senador por la UCC, cuando la verdad es que él me habló 30 minutos de fútbol y un minuto de política en el cual me preguntó si yo quería ser senador por su partido. Me puse a reír, ni siquiera le di bola». 

 

¿Y si el ofrecimiento hubiera sido formal? 

 

«Es que no hay ningún partido político en este país que me identifique».

 

Queda la posibilidad de organizar uno a tu alrededor. 

 

«Creo que el día de mañana tendría que organizar uno yo solo. Y el primer requisito sería no ser ladrón».

 

¿Está tan corrupta la política? 

 

«No, no estoy diciendo que esté corrupta, sino que sería una de las primeras cláusulas de mi partido».

 

¿Estás muy solo? 

 

«Una vez un actuario, que me miraba con pena por ir tanto a los tribunales y firmar tanto, me preguntó si no me cansaba. No, le dije, porque lo estoy representando a usted. Entonces, me preguntó si yo esperaba conseguir algo y le dije creo que no voy a conseguir nada».

 

¿Por qué tanta denuncia que haces? 

 

«Porque me quiero dar el gusto de decir lo que todo el pueblo quiere decir».

 

Te peleaste con Ricardo Abumohor, presidente del fútbol chileno, y después, en La Serena, te vieron conversando amablemente con él. 

 

«En la vida existen discrepancias con las personas. Abumohor ha cometido un sólo error: traer a Azkargorta, pero él no es un ladrón. Además, creo que le hace bien al fútbol. Si no estuviera, la empresa privada no cooperaría con el deporte como lo hace ahora».

 

¿Son amigos? 

 

«Sí».

 

¿En el fútbol hay homosexualismo? 

 

«Te puedo prometer que en mi época no. Y si hay alguien, lo tiene que haber manejado extraordinariamente bien. Yo no supe nunca de nadie. Y ojo, que era un jugador de alta competencia, jugué en Católica, en la «U» y estuve mucho tiempo concentrado. Y no».

 

¿Qué piensas de ellos? 

 

«El homosexual, las lesbianas, son personas, a lo mejor, mucho más honestas que cualquiera. Con un dolor espantoso, porque son dejadas de lado por la sociedad. Yo ya me imagino la vida tremenda que deben tener y resulta que a lo mejor están llenas de talento, de profundidad, de gran amor, porque donde no reciben…»

 

¿A qué otros personajes entrevistarías? 

 

«A Fidel Castro, a Collor de Melo si habla bien español. Me gustaría entrevistar a periodistas como Mónica González, Raquel Correa, Carolina Rossetti. A Maradona, acerca del dolor».

 

¿Le insistirías con el tema de la droga? 

 

«Le preguntaría cómo entró y por qué no quiere salir».

 

¿Aportarías con experiencia personal? 

 

«Yo no he sido drogadicto».

 

¿Nunca has probado nada? 

 

«Sólo probé pastillas para jugar, que son las que usan las mujeres para adelgazar. Ellas se toman cinco y yo me tomaba media».

 

¿Entonces no has tenido ningún contacto con la droga que no fuera en esos términos? 

 

«Te voy a ser bien sincero: siempre me he preguntado cómo es posible que no haya caído nunca a pesar de que sufrí momentos tan… Yo creo que fue mi papá o no sé quién lo que me ayudó. No, nunca me interesó»

 

¿Cómo sería tu conversación con Maradona? 

 

«El que mejor le puede hacer una entrevista soy yo. Porque conozco el dolor y él también. No lo haría ni chutear una pelota ni tocar una armónica».

 

¿Es una persona a la que han desperdiciado como personaje? 

 

«Es que en este país no hay buenos entrevistadores».

 

¿Tú serías bueno? 

 

«El mejor de Chile. Todos los demás necesitan cantantes, humoristas, en cambio yo voy a tener 35 minutos sólo con un personaje».

 

¿Qué te avala para afirmar que eres el mejor? 

 

«El que me lo impongo».

 

El querer no necesariamente es poder. 

 

«Es que me conozco. No podría decir que voy a ser el mejor ingeniero comercial, porque para mí dos más dos es empate. No podría decir que voy a ser el mejor empresario de Chile, porque soy torpe con el dinero, pero sí que puedo ser un gran entrevistador, porque soy el mejor en comunicaciones de este país».

 

¿Qué ocultas al demostrar tanta seguridad? 

 

«Mi problema es que tengo que estar constantemente retroalimentándome de cosas positivas, me tengo que querer, querer, querer, si no sucumbo. Y no es que me ande mirando todo el día al espejo, tampoco pido que me tomen de un sólo lado, ni tengo peluquero y mi maquillaje se puede demorar 20 segundos. Yo me quiero del alma».

 

¿Por qué tan radical en las definiciones y en los comentarios? 

 

«Bueno, no soy democratacristiano. De repente, me autodestruyo, sí, me autodestruyo. Cambio de un quererme tanto… Ahora, yo cuento la verdad, no es que me esté autodestruyendo, por ejemplo, cuando llego a los tribunales, los actuarios me preguntan si dije tal cosa, les digo Sí y agréguele esto más. Y cuando me advierten que eso puede significar cárcel, les digo, no importa, tengo que decir lo que siento».

 

¿La gente te quiere del alma o sólo eres una figura efímera? 

 

«Lo mío va a pasar a ser como una religión. Lo que me tiene muy complicado. Cuando salgo a la calle las señoras me dan la mano y lloran o se me acerca un muchacho que me dice que nunca había querido tanto a su país como lo quiere ahora. Estoy complicado”.