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El terremoto de Claudia Conserva, Lucho Jara, Luli y más rostros

Autor: admin_copesa / 27 septiembre, 2015

Hotuiti subió cuatro pisos soplado para estar con su hijo chico. Claudia Schmitd se puso a bailar debajo del marco de la puerta para distraer a sus niños. Luli ya lo decidió: no soporta más temblores en un piso trece. Y Claudia Conserva vivió el terremoto 8.4 allí mismo, en la Cuarta Región –VEA LA VERSION IMPRESA DE LA TERCERA-.

 

“Los vidrios vibraban fuerte e inmediatamente nos dimos cuenta de que venía grande, un terremoto”, cuenta la animadora que estaba con su esposo Juan Carlos “Pollo” Valdivia y sus dos hijos. “Evacuamos a una zona de seguridad y volvimos al departamento, donde un Buda de piedra que no se puede mover, se movió como medio metro. Pasé toda la noche despierta, sin luz, y fue impresionante ver cómo quedó la playa tras el tsunami, llena de refrigeradores de algún restaurante”.

 

Lo de Hotuiti fue como en las películas: “Me pilló en el ascensor, en el piso 19. Yo vivo en el 23, y se mueve… Es que no sé cómo explicarte, se empiezan a caer las cosas. Me bajé y subí los cuatro pisos corriendo, asustado, porque en mi departamento estaban mi suegra, mi señora y mi hijo de dos años”, relata. “Vivimos la réplica con mi suegra, abrazada con la Francisca (Ayala, su esposa), rezando el Padre Nuestro de una manera, que eso me dio más susto que el mismo temblor. Tomé mi bebé y me puse a jugar con él, para que no se le pegara esta situación de terror”.

 

Claudia Schmitd es otra que sólo tuvo mente para sus niños. “Somos los tres solos y me pongo en un papel de mamá divertida, aunque por dentro esté con la guata apretada. Cuando comenzó, me puse a bailar debajo del marco de la puerta, jugando con mis dos hijos”, dice.

 

Para Luli fue tan duro, que tomó una decisión: “Vivo en el piso 13 ¡y fue terrible! Estaba sola con mi hijo y pensé que nos íbamos a morir. Una experiencia que espero no vivir nunca más. Ya no soporto las réplicas y estoy 100% decidida a cambiarme a una casa, porque ya no”.

 

Carola de Moras detalla que “sujeté un mueble, que es con un espejo, y después arranqué, aunque volví a sujetar el mueble y bajar las cosas”. Juan Pablo Queraltó se preocupa de almacenar mucha agua, “unas 20 botellas. Cada vez que tiembla me quedo en el mismo lugar, o me voy donde está mi altar y rezo”, cuenta. Y Lucho Jara ya está curado de espanto.

 

“A mí no me pasa nada con los terremotos, a mi mujer tampoco. El problema es cuando los cabros, tus pollos, no están a tu lado. Se produce un poco de temor, en especial cuando has vivido una experiencia traumática”, resume el conductor del momento de los matinales.