El fatal destino del vestido de novia con que Pamela Díaz se casó con Manuel Neira
“Amarillento” y “tirado” está el vestido de novia con que Pamela Díaz se casó en diciembre de 2006 con Manuel Neira en la Iglesia Santa Gemita. Fue un matrimonio televisado, con docureality previo y palomas al vuelo.
El traje era ajustado, con gran velo, lo hizo el destacado diseñador Miguel Guzmán, pero ahora está arrumbado, casi en el olvido. Por eso “la fiera” contó en La Mañana de Chilevisión -mientras hablaban de la boda de Kenita Larraín- que lo quiere donar. Incluso se lo ofreció a Carola de Moras:
Ignacio Gutiérrez: “¿El tuyo era más de sirena no?”
Pamela Díaz: “Yo no voy hablar del mío, porque yo no hice canje, yo pagué la cuestión”
Ignacio Gutiérrez: “¿Cuánto te costó? ¿Muy caro?”
Díaz: “En ese tiempo me costó carísimo”
Gutiérrez: “¿Cuánto?”
Díaz: “2.400.000. Y más encima llegó Miguel Ángel Guzmán tarde a entregarme el vestido. Era muy lindo, lo tengo pá donarlo, así es que un día, si tenemos que hacer algo importante, ese vestido está tirao en la casa, está amarillento ya”
Gutiérrez: “Ya, no importa, lo mandamos a la tintorería”
Díaz: “Sí, y listo. Sí ¿porque cuándo lo voy a usar de nuevo?»
Gutiérrez: «¿No te entra?»
Díaz: «¡No! Le entraría a la Carola»
Carola de Moras: ¡Ya poh!»
Díaz: «Está sin velo ¿o querí velo? (risas en el estudio)»
De Moras: «Que tú te hayas casado sin velo no significa que yo me voy a casar sin velo. Yo voy a casarme con velo. Pura y casta»
Gutiérrez: «El velo, ¿qué pasó? ¿Tú tenías velo?»
Díaz: «Tiene como seis metros la cuestión»
Gutiérrez: «¿Qué pasó con el velo?»
Díaz: «¡Ahí está, enrrollao! La cuestión está en la casa, en el clóset. Lo mandé a lavar a la tintorería. Mi hija no se va a casar con ese vestido»
Gutiérrez: «¿No quieres que tu hija se case con ese vestido?»
Díaz: «No ¡Mira! parecía señorita, linda (muestran foto de Díaz con el vestido de novia)”
De Moras: «Estaba bonito tu color de pelo también»
Díaz: «Es este mismo poh. ¿Estás bien Carola? ¡No más pastillas para Carola, por favor!»
De Moras: «¡Pero mira! ¡Se ve colorina!».
