Animadoras aterradas
Noche de brujas. Miedo, terror, Halloween. “Fue “heavy”, cuenta Julia Vial sobre el día en que casi la acuchillaron como en Psicosis. “Arrendamos una casa en Bahía Inglesa y estaba llena de animitas y Biblias abiertas. Pensamos que la gente que vivía ahí era bien religiosa, pero no era así…”, relata, con la piel de gallina –ESTA ES LA COLUMNA SEMANAL DE GLAMORAMA.CL EN EL DIARIO LA TERCERA. VEA ACA LA VERSION IMPRESA–
“Llegamos y empezaron a penarnos en mala onda. Sonaban portazos, cosas insólitas, y un día me quedé sola y se me ocurre irme a bañar… ¡Fue exactamente como en la película Psicosis! Vi una sombra y salí corriendo en pelotas y la cabeza con champú, hasta que llegaran mis amigos.
“Quedé mal. Le dijimos al arrendatario, pero se hizo el loco, y después se hizo insostenible”, recuerda, con miedo.
“Fue terrorífico”, asegura Paty Maldonado sobre esa noche de Thriller. “El 2003 estaba muy mal económicamente. Me asocié con una amiga y empezamos a hacer ropa para gordos. Yo tenía una camioneta Dogde Dakota blanca y me arrendé un departamento en Las Torres, Macul. Es un barrio tradicional, tranquilo, pero por el frente no…
“Una noche llegué de ayudar a mi amiga a cortar ropa, como a las tres y media de la mañana. Me bajo de la camioneta para abrir el portón. Lo abrí. Pero en vez de dejar la cadena con el candado puesta en la reja, me lo puse en la mano y subí a la camioneta…
“Cuando me voy a bajar, hay un tipo con un fierro en la mano, frente a mi puerta. Me iba a asaltar. Mi defensa fue el grito que le pegué al hueón: ‘¡Qué hací aquí voh, conch…!’. Y agarro el candado con la cadena.
“El tipo quedó tan mal, que se cortó. Yo dando vuelta la cadena, como los romanos, ‘¡y ciérrame el portón, hueón!’. Cuando ya iba avanzado, me grita ‘¡vieja conch… Te veo y te mato!’. Creo que lo horroricé”, concluye la figura del matinal de Mega.
Kathy Salosny sintió el mismo pánico helado cuando iba a grabar el programa Disfrute Chile para la desaparecida cadena People + Arts y otra de las camionetas que transportaban al equipo se dio vuelta en pleno viaje. “Gracias a Dios no murió nadie, pero quedamos muy mal todos”, confiesa.
A Diana Bolocco la penaban en la antigua casona de campo de una amiga, en Panquehue. “Se escuchaban ruidos y era mitad sugestión, probablemente, porque las casonas antiguas crujen. Nos contaban historias de terror, de gente que había muerto ahí, y uno se empieza a pasar películas”, dice. Mientras que Marlen Olivari asegura que “sólo en Disneyworld pasé un susto…” Aunque prefiere ni recordarlo. Lo deja ahí, misteriosa. Muy Halloween.
