Glamorama

La cirugía estética que dejó a Solange Lackington al borde de la muerte

Autor: Andrés Cantuarias / 21 julio, 2016

Para una actriz de teleseries la parte estética es muy importante en su trabajo. Por Solange Lackington entró a quirófano a fines de 2014 para realizarse una cirugía a las mamas y una liposucción. Las consecuencias fueron nefastas.

La figura de teleseries como Soltera Otra Vez (Canal 13) y Papá a la Deriva (Mega) contó en el programa Una Nueva Mañana, en radio Cooperativa, que estuvo al borde de la muerte. Estas fueron parte de las palabras de la actriz de 53 años:

Cecilia Rovaretti: “Hace un tiempo te vi en un entrevista diciendo que habías estado muy cerca de la muerte después de una cirugía. Es un tema que está pendiente. Yo sé que tú no puedes hablar muy en profundidad porque hay cosas que resolver todavía, ¿pero qué sentiste? ¿Qué es eso de estar cerca de la muerte? ¿Qué tan cerca estuviste?”

Solange Lackington: “Estuve con una infección que me tuvo cinco meses con una herida abierta en mi cuerpo y en un minuto pensé que me iba a morir. Sentí que me estaba entregando un poco también a eso. Como que ya veía que no había mucho más que hacer. Gracias a Dios, mis hijos, mis papás, fueron mi impulso como para decir ‘¡no! Hay mucho que hacer todavía’. Sobre todo mi hijo Cristián, fundamentalmente.

«Fíjate, él, que me pidió que no, que yo tenía que poner todo mi esfuerzo, que ellos me amaban, que me necesitaban, que la vida no iba a ser lo mismo sin mí y que yo tenía que seguir viviendo porque era muy importante para ellos. Ahí sentí que yo… La sensación es como cuando tú estás corriendo los cien metros planos, y te quedan los últimos cinco metros, y tienes que aplicarte con el mayor esfuerzo para llegar”

Rovaretti: “¿Pero por qué dependía de ti algo que es médico? ¿O es que te agarró una depresión terrible? ¿Qué pasó?”

Lackington: “Lo que pasa es que hay un minuto en que también lo médico es lo médico. Claramente había una infección ahí, un mal manejo médico que hace que yo llegue a estas condiciones. Pero también hay una depresión de decir ‘¿aquí qué hago?’. Un miedo más que nada.

«Más que depresión, era un miedo muy grande, sentir que ‘churra, de esta no salgo’. Y cuando logré vencer ese miedo y decir ‘no, yo voy a salir de esto, yo tengo que salir de esto’, no te digo que gracias a eso me recuperé inmediatamente… Esto fue al mes y pasaron cuatro meses más. Tuve que estar recuperándome con mucho tratamiento, pero muchísimo tratamiento, que me debilitó emocionalmente, anímicamente, físicamente, etcétera”

Rovaretti: “¿Esa cicatriz ya cerró? En el sentido más amplio de la palabra”

Lackington: “No. Cerró físicamente, pero es una cicatriz que no ha cerrado totalmente”

Rovaretti: “Todavía te afecta, ¿sientes que fue injusto que te pasara?”

Lackington: “Absolutamente. Sí, claro. Pero bueno, ya fue. Y ahora feliz de estar como estoy, de haberme recuperado como me recuperé, y es una experiencia que te lleva a dar vuelta el switch de muchas cosas. De ver dónde están los acentos de lo realmente importante. De disfrutar intensamente cada cosa que puedo hacer, que puedo vivir, que puedo experimentar. Claramente se le da un valor mucho más grande a todo”

Rovaretti: “Se nota absolutamente que te afecta y que no está del todo superado, porque se te llenaron los ojos de lágrimas. Hay algo pendiente que necesita un trabajo y un proceso”

Lackington: «Sí, en eso estoy. Hace ya dos años. A fines del 2014. Estoy cada vez más resuelta frente al tema. Puedo hablarlo sin dejarte la mesa inundada de agua, de lágrimas y de mocos colgado. Eso ya es notable”.