Glamorama
Rafa Araneda explorando los túneles clausurados del antiguo edificio donde se instaló Chilevisión. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA

Chilevisión tomada por los fantasmas!

Autor: Cristián Farías Ravanal / 10 septiembre, 2016

“¡Es heavy! ¡Ay qué susto!”, grita Carola de Moras en el matinal. Y el tazón marca Starbucks que cuelga junto a otros varios más en la pared del fondo del estudio de La Mañana se mueve como condenado. En vivo. Solo ese. No los de al lado. Sin que nadie lo manipule. Sin corrientes de viento o aire acondicionado. El tazón se mueve solo –MIRE AQUI EL VIDEO-. –VEA ACA LA VERSION IMPRESA DE ESTA COLUMNA DE GLAMORAMA EN EL DIARIO LA TERCERA-.

“Uno se empieza a perseguir”, se queja De Moras. “Después de todos los testimonios que escuché de gente que no quiso hablar en cámara, porque les da susto reconocer que sintieron pánico, hoy día nada me extraña. Soy uno de los que ya no se sorprenden por estas situaciones. Son habituales”, dice Rafa Araneda, haciéndose el valiente.

A las 2.10 de la mañana los videos de seguridad registraron la inexplicable caída de una cámara con más de 60 kilos de peso en el estudio de Chilevisión Noticias. El artefacto se desploma hacia un lado, como si alguien, una presencia invisible, lo hubiese arrastrado.

Otra grabación reciente muestra un enorme baúl de utilería que se desplaza por medio metro como por arte de magia. Y en más imágenes que el canal privado ha puesto en pantalla se escucha el llanto de una guagua mientras un trabajador baja las escaleras hacia un sótano.

“Voces y llantos de guagua en subterráneos de Machasa”. “¿Fantasma mueve una caja? Misterio en galpón de Chilevisión”, repiten los titulares de los reportajes, notas y testimonios que han ocupado horas de programación de la señal.

Los funcionarios se persignan antes de entrar a las salas solitarias de la enorme construcción de miles de metros cuadrados donde la televisora se instaló. El edificio, levantado en 1935 y que albergó la Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón Yarur Hermanos, asusta a sus nuevos ocupantes.

“¡No te metas por ahí!”, le suplica De Mora a Araneda, que bajó a hurgar entre los muchos túneles y subterráneos que permanecían clausurados. “El frío que hace aquí es heavy. La humedad que hay aquí abajo…”, exclama el tío conductor. “Yo estoy tiritando”, agrega el Inspector Vallejos, su Sancho Panza. De pronto algo cruje. Un sonido metálico y seco. Rafa pálido.

“Aquí se siente mucho sufrimiento. ¡Uf, muchos muertos!”, traspasa la médium Katara, que mandaron a los túneles para que hiciera contacto.

Un ex trabajador de la textil menciona un degollado tras el accidente de un ascensor. Cuentan que la gente del turno nocturno de CHV se encierra en sus oficinas y aguantan para ir al baño hasta que sale el sol. “¡Yo no vengo ni a palos en la noche a grabar!”, advierte Karina Alvarez. “La idea es tener una buena convivencia con lo que sea, con lo que haya, con lo que esté dando vueltas”, concluye De Moras, entregada.