Glamorama
Aline le contó las historias paranormales a Julia Vial en Mentiras Verdaderas. IMAGEN: LA RED

La asombrosa historia de Aline Kuppenheim que dejó helada a Julia Vial

Autor: C. Z. / 7 septiembre, 2016

Lo paranormal se ha vuelto un tema recurrente en los programas de TV. En el matinal de Chilevisión, por ejemplo, los episodios de supuestas intervenciones de “espíritus” o “fantasmas” en el nuevo recinto, ubicado en la ex fábrica Machasa, han salido en varias oportunidades al aire, con Rafa Araneda escudriñando los túneles escondidos del antiguo edificio de calle Pedro Montt.

Pero no solo en CHV pasan ese tipo de cosas. En teatros y otros canales también ocurren. Así lo aseguró Aline Kuppenheim, actriz de larga trayectoria en teleseries. En entrevista con Mentiras Verdaderas, la ex protagonista de Marrón Glacé reveló terroríficos episodios paranormales que, según ella, ha vivido en carne propia.

Incluso, Julia Vial quedó impactada cuando Aline contó detalles de lo que ha pasado en lugares como Mega, los antiguos estudios de Canal 13, en calle Lira, o el Centro de Extensión Matucana 100. Mire lo que dijo en el estelar de La Red:

Aline Kuppenheim: “Sí, me ha pasado. A cualquier actor que tú le preguntes te va a decir que sí, porque en los teatros, en los canales, en todos esos espacios, en general, suelen penar de una manera bastante evidente. Así que…”

Julia Vial: “¿Pero qué cosas sentiste?”

Kuppenheim: “Yo vi cosas moverse en un canal…”

Vial: “¿Qué canal? Ya me dio susto (ríe)”

Kuppenheim: “En la calle Lira, cuando….Oye, ¡se me cayó el carnet pero pesado! En la calle Lira se grababan algunas escenas de las teleseries del 13. Los estudios viejos donde se hacía el Sábado Gigante. Y ahí vi eso. En un camarín cerrado, con una sola puerta, y las cosas se movían así (mueve una mano de izquierda a derecha) sin parar, la ropa”

Vial: “¿Y estaba tú sola?”

Kuppenheim: “Sí. Y pensé que era alguien que me estaba molestando, que estaba escondido detrás de la ropa y hacía así. Y no había nadie, ni corriente de aire, nada. En Matucana 100 penaban heavy, heavy”

Vial: “Quiero que me cuentes todas esas historias”

Tanda comercial.

Vial: “¿Te penaron?”

Kuppenheim: “Sí. Si he visto muchas cosas”

Vial: “¿Cómo fue la primera vez?… A mí me da susto estas cosas”

Kuppenheim: “Yo no sé por qué extraña razón, pero en los teatros, yo diría el 90%, y los canales de televisión, suelen estar poseídos por lo que no sé lo que es, pero pasan cosas”

Vial: “¿Cuándo fue la primera vez?”

Kuppenheim: “Fue esa vez que te contaba, de la ropa que se movía”

Vial: “Perdón, ¿era un perchero?”

Kuppenheim: “Eran unas escafales que estaban así, y otros que estaba como para el otro lado. Y esta ropa se movía así, y esta se movía asá. No había temblado, no había viento. Las cosas se movían. Entonces yo, pálida, me fui, menos mal que era el último día de grabación, porque yo no estaba dispuesta a volver al lugar.

“Me fui a maquillaje, donde las maquilladoras llevaban mil años trabajando allí. Les cuento. ‘¿Qué pasa? ¿Aquí penan?’. ‘Ah, sí, el ‘Negro’. El ‘Negro’. Anda webeando. No lo pesquí’”

Vial: “¿Y quién era el ‘Negro’?”

Kuppenheim: “Aparentemente era como un guardia que había muerto ahí. En fin. Siempre las historias son como de ese corte. Y lo mismo en Mega. Miles de cosas. Podríamos estar todo el programa hablando”

Vial: “¿Te tocaron?”

Kuppenheim: “No. Pero apagones extraños, apagones de cámara en días claves. Un 11 de septiembre, por ejemplo”

Vial: “¿Me estás molestando?”

Kuppenheim: “No podíamos grabar, porque se apagaba todo”

Vial: “¿Un 11 de septiembre se apagaba todos los artículos eléctricos?”

Kuppenheim: “Te juro. No te estoy webeando. Sí. Y no podíamos grabar. Matucana 100. Los teatros en general. El teatro ex Facetas. También. En todas partes. En muchos lados”

Vial: “¿Ya te acostumbraste?”

Kuppenheim: “Es que no he visto, nunca me han hecho daño. Entonces… Pero sí, no son lugares a los cuales uno llega solo. El primero que llega, espera. Y el segundo. No sé por qué extraña razón es así”

Vial: “¿Y nunca buscaste una explicación?”

Kuppenheim: “Quién no ha buscado una explicación. Bueno, ¿por qué ocurre en esos lugares? En algunos se entiende, porque ocurrieron cosas que dejaron muy cargados los lugares, como es Mega y Matucana 100. Y lo demás siempre es así. El nochero que murió electrocutado, no sé qué. Además son lugares viejos. Así que muchas cosas. Mucha posibilidad que ocurran cosas, tragedias”

Vial: “¿Y alguna vez te tocaron, te rozaron?”

Kuppenheim: “A mí, no, pero a mi compañero de escena, sí”

Vial: “¿Quién?”

Kuppenheim: “El Sebastián Layseca. Y salió así (hace un gesto con su cara)”

Vial: “¿Me estás molestando? ¿Pero estaban ensayando o en plena obra?”

Kuppenheim: “No, en plena obra”

Vial: “¡En plena obra!”

Kuppenheim: “Claro, porque el escenario, o sea, el camarín daba al escenario. No había cómo llegar al camarín sin pasar por el escenario. De hecho era una cortina nada más. Era un galpón, ni un teatro. Y mientras estábamos actuando, escuchábamos que se movían cosas al lado, a través de la cortina. Y no podía haber nadie. De hecho no había nadie. Y un día lo tocó alguien. Y no volvió más. Estuvo todo el rato en escena, esperando ahí

Vial: “¿Pero lo tocó?”

Kuppenheim: “Lo tocó. No me acuerdo si era él o Álvaro Morales. Pero uno de los dos”.

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