Karen Doggenweiler cuenta cómo está su relación con Marco Enríquez-Ominami
Tras doce años de matrimonio, Karen Doggenweiler revela que sigue igual de feliz con Marco Enríquez Ominami. Así lo manifestó la animadora de TVN en su primera entrevista tras salir del matinal.
«Con Marco nos gustamos, nos reímos mucho, tenemos mucha onda”, dijo en Mujer Glam, el espacio que va de lunes a viernes, a las 22 horas en la señal VIVE, de VTR –MIRE AQUI EL VIDEO-. Doggenweiler también comentó que, ahora que no está en el programa de las mañanas, dispone de más tiempo para compartir con su marido. Y confesó que «me hubiese gustado tener más guaguas».
La periodista trató diferentes temas y estas fueron parte de sus respuestas:
Karen Doggenweiler: «No tengo tantas amigas, tengo a gente a la que quiero mucho, con las que puedo llegar a un momento de intimidad, de contarse algo y todo, pero amigas amigas tengo súper poquitas”
Romero: “¿Son de la tele o nada que ver con el ambiente?”
Doggenweiler: “Nada que ver con el ambiente”
Romero: “¿Y son de toda la vida?”
Doggenweiler: “Sí, una de toda la vida. Otra de hace como diez años, es súper amiga, es arquitecta, no tiene nada que ver con la tele y la adoro.
«Una se equivoca varias veces y a lo mejor cuentas cosas. Ese aprendizaje es importante para tratar de no repetir esos errores. O sea, ver en quién puedes confiar y en quién no. ¿Pero protegerse? Hace poco aprendí a protegerme. No parto desde la desconfianza y tampoco espero cambiar mi forma de ser. Es bueno ser confiado y seguir confiando”
Romero: “¿Y esto puede ser por el cambio de vida que tuviste? ¿Esta salida del matinal fue como un detonante para tomar esas decisiones?”
Doggenweiler: “Absolutamente. Fui a este seminario de la Fresia Castro, que es una mujer fantástica. Fui sábado y domingo, y el lunes renuncié”
Romero: “¿De verdad?”
Doggenweiler: “Fue así de instantáneo, así de milagroso y mágico. Más que saber, creo yo, me di cuenta de lo que no quería y eso es súper importante. Además, es un momento para tomar decisiones sobre dónde quieres estar y dónde no quieres estar”
Romero: “¿Qué era lo que no querías y no te hacía sentido en ese minuto?”
Doggenweiler: “No quería seguir haciendo un programa en la mañana. Quería más tiempo con mis hijas, quería estar más con Marco. No quería sentir el domingo después de almorzar, como a las 4, ese dolor de guata como cuando una tenía prueba de matemáticas, y alargar lo más posible la sobremesa del almuerzo para que pasara rápido. Empecé a sentir todas esas cosas y eso era lo que no quería”
Romero: “¿Fue una decisión conversada en familia, con Marco? ¿O fue algo instantáneo?”
Doggenweiler: “Sí, yo creo que ellos ya lo sabían y me apoyaron absolutamente. Por ejemplo, era muy difícil que yo pudiera organizar una comida en mi casa, o que en la mañana pudiera despertarme y llevar a mi hija al colegio. Nunca la había llevado”
Romero: «¡¿Nunca?!”
Doggenweiler: “Nunca”
Romero: “¿Y cuántos años tiene?”
Doggenweiler: “20 (risas). Tiene 12 años”
Romero: “¿Eres una mujer insegura?”
Doggenweiler: “Sí, estoy muy consciente de mis capacidades y muchas veces te hacen dudar de ellas. Y es bien terrible que tú dudes de tu talento o tus conocimientos. Me he transformado cada vez más en una persona más segura, pero obviamente fui muy insegura por mucho tiempo”
Romero: “¿Qué cosas te criticaban?”
Doggenweiler: “Me decían que no tenía muy buena voz. A mi me gustaba mi voz. Alguien decía ‘como que la Karen grita mucho’, pero eso es parte de mi personalidad”
Romero: «¿Y eso cómo te afectaba?»
Doggenweiler: “Una se inseguriza, yo estaba pensando todo el rato ‘ya no voy a subir la voz’».
