Marcela Vacarezza aclara sus platas y las separa de las de Rafa Araneda
Es súper fácil criticar por las redes sociales. Ser tan mala onda para insinuar, por ejemplo, que a Marcela Vacarezza le paga todo Rafa Araneda, su marido.
De hecho, ella reconoce que se lo dicen tuiteros y usuarios de Instagram que creen que viaja, por ejemplo, gracias a su esposo.
Marcela aseguró en una entrevista en el programa Mujer Glam -que emite la señal VIVE, de lune a viernes a las 22 horas-, que a veces incluso entiende la mala onda en las redes. Pero aprovechó de aclarar que ella tiene sus propias entradas financieras y separa sus recursos de los del Rafa –MIRE AQUI EL VIDEO-.
Estas fueron sus palabras en la convesación con Ana Sol Romero:
Marcela Vacarezza: “Hoy en día con las redes sociales, que mucha gente las sabe usar, pero mucha gente no las sabe usar y las usa como un frontón de tirar mala onda nomás. Es algo permanente que yo lo leo en mis redes sociales.
«Tampoco te digo que el 100 %. Al revés, como un 2 o un 3% por ciento, pero está. Esta cosa permanente de ‘claro, tú que puedes descansar porque como no estás haciendo nada’. ‘Tú que no trabajas, entonces te puedes dar el lujo de no sé qué’. ‘¡Córtala de viajar!’. ‘¡Ya basta!’. ‘Claro, viaja porque paga el marido’”
Ana Sol Romero: “El que puede, puede, y el que no se sienta y aplaude”
Vacarezza: “No. Yo entiendo. A ver, igual es razonable que uno vea a una pelotuda que está de vacaciones todo el día y diga ‘¡churra, que rabia!’. Pero de ahí a decirlo… Al final uno dice ‘el que puede, puede, y el que no aplaude’. Pero también reconozco que puede generar una cosa de rabia, porque el otro está trabajando, se saca la mugre y todo. Pero son etapas también. Yo la primera vez que viajé fuera de Chile tenía 30 años. De ahí se fue dando, ahí he ido mejorado…”
Romero: “El itinerario”
Vacarezza: “La situación. Desde los once años que trabajo. No vengo de una familia con situación económica. Para nada. estoy acostumbrada desde chiquitita a pagar mis cosas. Que si me compraba un pantalón, me lo compraba yo. Para comprar un regalo para una amiga, también. Menos educación, casa. Hasta el día de hoy yo no puedo gastar la plata de él»
Romero: “¿Pero cómo? ¿Hay cuenta en común? ¿Cómo lo haces?”
Vacarezza: “Lo de él es de la casa y lo mío es mío (ríe)”
Romero: “¿Lo tuyo por eventos?”
Vacarezza: “Hoy que no estoy trabajando, tengo ingresos. No son grandes ingresos, pero sí todavía puedo vivir bien”.