Glamorama
Eduardo Domínguez y Rafael Araneda en los tiempos de Rojo. FOTO: ARCHIVO COPESA

La televisión de luto: Muere famoso director y creador de Rojo tras terrible enfermedad degenerativa

Autor: Cristián Farías Ravanal / 16 noviembre, 2016

«La televisión te pide todo, pero tú no le puedes pedir nada”, dijo el director de televisión Eduardo Domínguez a Glamorama en 2011, cuando ya sufría los estragos de la terrible enfermedad neurológica degenerativa que lo fue dejando completamente inmóvil.

Anoche, amigos con los cuales trabajó, como Andrea Tessa, y la cuenta oficial de la Teletón en Twitter, informaron que el creador y realizador de Rojo falleció, a los 64 años, víctima de las complicaciones de la Atrofia Multisistémica Generalizada que le detectaron en 2007.

Su deceso se produjo ayer, pasadas las 20 horas, en Cartagena, donde fue trasladado hace un tiempo, luego de pasar años en un hogar para el adulto mayor de Ñuñoa, hasta donde sus hermanos lo trasladaron cuando Eduardo ya había perdido gran parte de su capacidad para movilizarse y necesitaba cuidados especiales. Al momento de su fallecimiento estaba acompañado por sus hijos, hermanos y una enfermera.

La Atrofia Multisistémica Generalizada es una enfermedad rara y maldita, que causa síntomas similares al mal de Parkinson, aunque peor en algunos aspectos. Domínguez se dio cuenta hace nueve años, estando en su departamento en Punta Puyai, Papudo. Miraba el mar desde su terraza, cuando sintió un mareo que casi lo dejó en el suelo.

Sin darle mucha importancia se reincorporó, y esa misma noche salió a caminar por la playa. No alcanzó a desplazarse muchos metros y perdió la visión. Nuevamente estuvo a un paso de desplomarse. Rápidamente viajó a Santiago para someterse a una serie de exámenes que determinaron el mal. Uno de los principales nombres detrás de las cámaras, realizador de programas como Noche de Juegos, Venga Conmigo, Gigantes y Usted, Noche de Gigantes y Más Música, se enfrentó a un obstáculo que jamás se le cruzó por la mente.

En TVN lo dejaron de lado hasta que, en 2010, no le renovaron contrato. El cerebro de Rojo -programa que dio ganancias millonarias y llegó a marcar 53 puntos de rating en el canal público- vendió su casa. El dinero se fue yendo. Recibió el apoyo Rafael Araneda, Don Francisco, Karen Doggenweiler, Maura Rivera, entre otros personajes y ejecutivos de la pantalla chica.

En el hogar donde permanecía lo visitaban personas como el ex ejecutivo de TVN Pablo Avila, o Pedro Neol, que había trabajado con Eduardo y le iba a hacer masajes para tratar de aliviar los síntomas. Junto con algunos periodistas y ex compañeros de trabajo en la televisión. Ya en 2014 apenas podía moverse y, para comunicarse, usaba un tablero con letras que apuntaba para formar palabras.

CON BOWIE Y RAFAEL ARANEDA

Desde David Bowie a Julio Iglesias, desde Fito Páez a Rafael Araneda figuran en la lista de la gente que trabajó con Eduardo Domínguez Vial. Menor de doce hermanos, su padre fue secretario general de la Universidad Católica y gran responsable de su pasión por la pantalla. «Caminaba junto a mi hermano Sebastián por el centro, el año 61, y vimos un montón de personas reunidas afuera de una vitrina, justo al frente del Ministerio de Defensa. Ahí, vi por primera vez que una cámara apuntaba hacia la gente y me encantó», recordó sobre el inicio de la pasión de su vida.

«Al año siguiente fue el Mundial de Fútbol y mi papá fue muy práctico: Como sabía que éramos todos fanáticos del fútbol, compró un televisor. Y cuando eran los partidos nos juntábamos como 45 personas frente a la tele: el de la botillería, los amigos del barrio… Y en los entretiempos bajábamos a jugar un partido».

Domínguez dirigió videoclips de La Ley, Fito Paéz, Myriam Hernández y Pandora, entre otros. Se entusiasmaba al hablar de las historias detrás de las transmisiones y recordaba cómo preparó la transmisión del primer megarecital que se realizó en Chile, el de Rod Stewart, durante del verano de 1989. «Era muy gracioso ver a Rod jugando fútbol con los trabajadores chilenos encargados de montar el escenario… Ellos le decían ‘¡ya poh Rod, pásala!'», contaba.

Desde la extravagancias de Cyndi Lauper y David Bowie, hasta el magnetismo de Julio Iglesias y la sencillez de Ray Charles, el director trabajó con artistas de talla mundial.

De Rafael Araneda, con quien trabajó durante una década, seguían en contacto y lo llamó antes de su primer Festival de Viña, en 2011, para desearle suerte en la animación. «Me gustó como lo hizo», comentaba.