Droga, depresión y un affaire infiel con Harrison Ford: La vida de Carrie Fisher, la Princesa Leia de Star Wars
A pesar de que el fin de semana hubo luces de esperanza en que Carrie Fisher se mejorara, esta mañana se produjo la triste noticia que enlutó a los millones de fans de Star Wars. La actriz que interpretó a la legendaria Princesa Leia en la saga de películas galáctica falleció a los 60 años –VEA ACA 20 GRANDES FOTOS DE CARRIE FISHER, LA QUERIDA PRINCESA LEIA-.
El anuncio oficial lo hizo el vocero de la familia, Simon Halls, quien realizó un comunicado a nombre de Billie Lourd, hija de la fallecida leyenda de Hollywood. El comunicado publicado por por el sitio de la revista People dice:
«Es con profunda tristeza que Billie Lourd confirma que su amada madre Carrie Fisher murió a las 8.55 de esta mañana. Ella fue amada por el mundo y será pfofundamente extrañada. Nuestra familia agradece por sus mensajes y plegarias».
SU INTENSA BIOGRAFIA
La vida de Carrie Fisher poco tiene que ver con la de la aguerrida princesa Leia, que la llevó a la fama. Las drogas y alcohol fueron protagonistas en buena parte de la vida de esta actriz que murió este martes. Fue una etapa que quedó atrás, pero que nunca ocultó y que compartió en libros y entrevistas.
Un infarto le quitó la vida. Lo sufrió el viernes en un vuelo a Los Ángeles, procedente de Londres, donde estaba promocionando su octavo y más reciente libro, con impactantes memorias de su vida. También volvía a llamar la atención del público con el regreso de Leia a la gran pantalla en el Episodio VII de La Guerra de las Galaxias, que se estrenó a finales de 2015.
Fisher saltó a la fama como la rebelde guerrera Princesa Leia en la trilogía original de Star Wars, cuyas tres películas (1977, 1980, 1983) se convirtieron en un fenómeno cultural.
En una conferencia de prensa, el año pasado, recordó cómo se divirtió asesinando a su captor, Jabba the Hutt, en El Regreso del Jedi. La escena es recordada también por muchos por el bikini dorado que llevaba.
«Me preguntaron si quería que un doble matara a Jabba. ¡No! Es lo más divertido que he hecho como actriz», dijo entonces. «Si la única razón para actuar es poder matar un monstruo gigante», añadió.
Desde su nacimiento, en Los Ángeles en octubre de 1956, su vida estuvo marcada por la extravagancia de Hollywood. Fue hija del matrimonio entre la estrella de cine Debbie Reynolds, conocida por su papel en Singin’In The Rain, y del cantante Eddie Fisher. Pero la relación y el hogar feliz en Beverly Hills terminaron cuando Eddie Fisher dejó a Reynolds por su mejor amiga, la actriz Elizabeth Taylor.
A principios de los 80 su vida estuvo marcada por el alcohol, las drogas y la depresión, coincidiendo con papeles fracasados en películas como Under the Rainbow (1981) y Hollywood Vice Squad (1986). Recibió el aplauso de la crítica por su trabajo en la comedia Cuando Harry conoció a Sally, de 1989, pero ya a partir de allí había comenzado a darle la espalda a la actuación para comenzar a escribir.
Entonces se hizo conocida por su honesta escritura semi-autobiográfica, incluyendo su mayor éxito, Postcards from the Edge, que se convirtió en película en 1990. Una talentosa guionista, Fisher revisó numerosos guiones, incluyendo Cambio de Hábito (1992), Epidemia (1995) y La Mejor de Mis Bodas (1998).
A lo largo de los años dio varias entrevistas sobre su trastorno de bipolaridad y adicción a los medicamentos y a la cocaína, que admitió haber usado durante la filmación de El Imperio Contraataca (1980). Al ser consultada por Vanity Fair en 2006 cómo persuadió a Lucas para que le diera el papel de la princesa Leia, respondió: «Dormí con algún nerd, espero que haya sido George. Tomé muchas drogas como para recordar quien fue».
También habló sobre la terapia electro-convulsiva, que consistía en pequeñas descargas en el cerebro para desencadenar pequeñas convulsiones y salir de la terapia.
En su primera columna de consejos en el diario británico The Guardian, prometió «proporcionar asesoramiento solicitado, basado en una vida llena de tropiezos y accidentes». Fisher dijo además a sus lectores que las adicciones, los problemas sentimentales y los trastornos mentales equivalen a una distribución «compartida de desafíos e infelices experiencias».
«Con el tiempo, presté atención, tomé nota y olvidé fácilmente la mitad de todo lo que pasé. Pero revuelvo la mitad de los recuerdos y los pongo a sus pies», indicó.
El libro que estaba promocionando antes de morir se titula The Princess Diarist y se basó en los recortes de diarios que guardó de la filmación de la trilogía original de Star Wars.
Las memorias llamaron la atención de la prensa luego que Fisher admitiera haber tenido un amorío de tres meses con Harrison Ford durante la grabación de la primera película (Episodio IV) en 1976. Fisher tenía entonces 19 y Ford, de 33, estaba casado con su primera esposa, Mary Marquardt.
La actriz estuvo casada brevemente con el cantautor Paul Simon en los 80 y tiene una hija, la actriz Billie Catherine Lourd, de su relación con el agente de talentos Bryan Lourd.