Glamorama
Nicole Pérez en 2017, en una imagen tomada de pantalla del desaparecido Primer Plano, en CHV, donde contó llorando su fallida experiencia familiar en Estados Unidos.

El imparable llanto de la ex «Doctora Cahuín» Nicole Pérez por penurias que pasó en EE.UU.

Autor: C. Z. / 6 febrero, 2017

Nicole Pérez, la popular “Doctora Cahuín” de los extintos programas Mekano y Yingo, quería cumplir el “sueño americano”. La ex bailarina se motivó hasta tal punto que tomó sus cosas y se fue con su esposo, sus dos hijos y su madre hasta Connecticut, en Estados Unidos, en octubre de 2015. ¿El plazo? Indefinido.

Y viajó con un proyecto claro. Junto a su esposo planearon un negocio de detailing, que consiste en la restauración total de los autos con encerado, limpieza y tapadura de ralladuras. Pero todo terminó mal. No les resultó el negocio.

El problema fue que llegaron en invierno, los que son más crudos que en Chile, con grandes nevazones y temperaturas bajo cero. Una limitante fatal para el emprendimiento que quería llevar a cabo, ya que nadie buscaba esos servicios durante esa época.

La situación llegó a límite que terminaron limpiando baños en una clínica privada y, 10 meses después, regresando a Chile.

“Limpié hasta baños. Cuando lo hacía, me cuestionaba: ‘¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué estoy haciendo esto? Si debería estar trabajando en otra cosa. Pero yo sabía que todo lo que estábamos viviendo en este proceso es porque algo bueno viene”, relató entre lágrimas la “Doctora Cahuín” en Primer Plano.

En el estelar de farándula de CHV, Nicole relató lo que vivió. Muchas veces no pudo controlar el llanto al revelar las penurias que sufrió. -MIRE EL VIDEO ACÁ-

“Mire en menos el trabajo de limpiar. Ahora lo valoro muchísimo. Como que miro hacia atrás y me siento súper orgullosa de mi, de haber estado 10 meses allí. No miro mal el trabajo de limpiar, pero en mi cabeza no estaba ese trabajo de limpiar. Jamás había limpiado. Pero ahora ando así, veo sucio, limpio”, confesó Pérez.

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Nicole contó que su situación fue tan grave que hasta debió fabricar sus propios muebles. No les alcanzaba el dinero para comprar unos nuevos. Incluso debió dejarlos allá para regresar al país.

“Tuve que agarrar a los perros, a mis hijos, mi mamá y volver a Chile. Y llegamos a la casa de mi cuñada a vivir”, aseguró llorando.