Glamorama
Juan Andrés Salfate contando su "viaje" con el Ayahuasca, en Mentiras Verdaderas. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / LA RED

El «viaje» de Salfate bajos los efectos del potente alucinógeno Ayahuasca

Autor: A. Cantuarias / C. Farías / 2 febrero, 2017

En 1980 la película Estados Alterados mostraba a un profesor universitario que experimentaba las más potentes alucinaciones al ingerir la droga Ayahuasca. Ahora Juan Andrés Salfate contó su propia experiencia.

En noviembre, poco antes de casarse, el rostro de La Red tomó sus cosas y se fue a la selva amazónica a un retiro espiritual antes de la ceremonia civil. ¿El fin? Llegar lo más fresco y renovado para la trascendental decisión. Salfate acudió al Centro de Rehabilitación Takiwasi, ubicado en la localidad de Tarapoto, en la Amazonia peruana. Se fue por 11 días. Y regresó totalmente depurado.

Y ahora, en Mentiras Verdaderas, Salfate develó una parte muy importante de ese período: Su «viaje» con el Ayahuasca –MIRE AQUI EL VIDEO-. Estas fueron sus palabras en el late de La Red:

Juan Andrés Salfate: “Cuando a mí me presentan la oportunidad de probar la Ayahuasca comienzo, como mateo que soy, a leer todo lo que existe de ella. Hay que entender de que en Chile, y no es para menos, existe como una mala prensa, un pequeño estigma, un gran estigma en realidad, producto con lo que sucedió con la secta que tenía Antares de la Luz. La verdad es que no sé bien qué es lo que tomaban ellos.

“Te das cuenta, tanto sea una droga o una medicina como lo llaman los indígenas, es como un martillo con la cual yo puedo fabricar una casa o puedo matar a alguien. Es una herramienta neutral que tiene un fin y pese a ello, sin embargo, puede ser utilizado de mala manera.

«Como yo estaba en esta práctica meditativa, quería ver si esta experiencia personal que yo tenía de disolución del ego momentáneamente, podía explorarla a un nivel un poquito más permanente y trascendental a partir de lo que leí. Después de grandes científicos que la avalan, hay grandes congresos y es considerada como uno de los grandes patrimonios nacionales del Perú, junto con una medicina ancestral”

Ignacio Franzani: “Me dices que el ejercicio inicialmente era disolver el ego ¿a qué te refieres con eso?”

Salfate: “Digamos que lo único que separa la condición de entender, de sentir y por lo tanto tener una vida más plena, no te digo lejana de la angustia, simplemente verte, tener un punto de observador, respecto a que eres un saco de fenómenos. Los cuales puedes guiar y disfrutar, pero a veces engancharte de mala manera y dejarte arrastrar en demasía por penas del pasado, o por proyectos angustiantes de un futuro que todavía no ocurre, por ejemplo.

«El ego es esa pequeña muralla, que basta la separación de un pelo, dice la gente de la religión Vedanta, de que tú te salgas de este mar al cual perteneces, para empezar a considerarte como una gota separada y que finalmente queda perdida y no sabe preguntarse de dónde es, quién está y para qué lado se dirige.

«Entonces, yo para probar qué estado había alcanzado con mi meditación, luego de investigar todo, luego de entender de que es una herramienta poderosísima. Esto no es para todos, es una experiencia brava, tan gratificante como ruda. Lo que vas a ver depende de lo que tú tengas dentro. Lo bueno y lo malo, sin máscaras.

«O sea, hay que estar preparado, hay que tener una entereza, hay que tener una valentía. Y hay que estar dispuestos a morir en un mal viaje, para luego tener un buen aterrizaje. Porque ojo, ninguna experiencia de este tipo es válida, tiene siquiera un mínimo interés, si es que es para quedarte enganchado arriba. Si es que alguien me dice que ha probado esto y dice ‘desde ahora soy una persona espiritual, yo hablo con los ángeles, desde ahora entiendo todo y somos hermanos’, compadre, no te sirvió de nada. No entendió un carajo»

Franzani: “Te engrupiste”

Salfate: “Te engrupiste, te perdiste, te fascinaste y generaste una adicción espiritual aceptada. Cuando tú entiendes algo, como dicen los budistas: ‘¿Entendiste? Perfecto, ahora anda a lavar el plato’. Compadre, sigue con tu vida, ahora tienes mucho que hacer. Te regresa acá, cualquier experiencia de vida por el simple hecho de que estemos vivos. Esto es lo que me toca ver, lo que me toca entender, es porque acá te quieren. Tú te puedes encontrar con Dios, creador, lo que tú quieras creer. Sin embargo, yo estoy vivo acá, ahora, y es lo que me corresponde vivir”.