La valiente respuesta de Rigeo a quienes le dicen que su hija con Síndrome de Angelman «es una bendición»
Fue una historia humana, emotiva y desconocida. Uno de los tantos testimonios que sensibilizó a todos durante la pasada Teletón fue el de Rigeo y su hija Renata –CONOZCA ACA EL TESTIMONIO-.
La niña de 9 años sufre el Síndrome de Angelman (enfermedad de causa genética que provoca problemas motrices y en las capacidades comunicacionales, entre otros), por lo que depende completamente de sus padres para todo. Renata no puede caminar, ni hablar.
El cantante y productor musical que se hizo conocido en el recordado programa juvenil Mekano ama a la niña por sobre todas las cosas. Pero obviamente que hay días malos, donde se hace presenta la desesperanza y ese dolor que lleva en el alma. Para deshogarse Rigeo a veces utiliza su cuenta Instagram, donde ha manifestado palabras como las siguientes:
«Siempre pienso y me imagino de cómo sería tu voz. Qué me dirías, qué chiste me contarías o qué canción cantaríamos juntos. Me es difícil hablar y no llorar o contar sobre mi hija sin que mi voz tiemble. No sé por qué te tocó a ti mi amor, nunca entenderé por qué a ti. Yo nunca he dicho por qué a mí, pero sí por qué a ti. Lo encuentro injusto y lo encontraré hasta el último de mis días”.
“Estamos en una sociedad exitista, frívola y miradora en menos. Hacemos la Teletón una vez al año y sentimos que estamos pagados con nuestra conciencia. Me duele este tema, perdón si alguien ofendo, pero este tema me mata”.
Además, respondió con valiente sinceridad a quienes le dicen que tener a su hija con este mal «es una bendición». Esto fue lo que explicó el artista en SQP –MIRE AQUI EL VIDEO-:
«Hay gente que lo toma así, yo lo respeto perfecto. Yo no lo tomo así. No. Si alguien quiere la bendición, dígame, escríbamelo, ‘yo quiero tener un hijo así’. Siento que nadie lo haría. Siento que sería una hipocresía tremenda.
«Entonces, yo prefiero ser alguien transparente y de verdad y decir que no estoy conforme con lo que tiene mi hija. ¿Cómo la saco adelante? Porque probablemente la palabra bendición va de la mano con la palabra estamos. ‘Ah, es una bendición, es lo que me tocó’. No.
«Es lo que me tocó, pero yo lucho porque cambie. Porque cuando tú dices ‘es una bendición’, tú la recibes bien, la aceptas y te quedas ahí. Yo nunca me voy a quedar ahí».