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Jose Antonio Neme habló de el episodio en Mentiras Verdaderas. IMÁGENES TOMADAS DESDE LA RED/ AGENCIA UNO

José Antonio Neme revivió el duro episodio cuando fue acusado de espía por Evo Morales

Autor: A.C. / 8 marzo, 2017

En 2015 José Antonio Neme cubrió para Mega desde La Paz los alegatos en La Haya por la demanda marítima boliviana contra Chile. Se respiraba un momento tenso entre Chile y Bolivia. Digno de guión de una película de acción, cuando el periodista intentó abordar al Presidente de Bolivia, fue apuntado con el dedo por Evo Morales y acusado de ser “un espía chileno”. Los reporteros de TVN y Canal 13 corrieron con la misma suerte.

La seguridad de la presidencia boliviana se llevaron a los chilenos del Palacio Quemado, registraron su equipaje en el hotel y el Canciller Heraldo Muñoz tuvo que intervenir para que la situación no pasara a mayores.

Neme fue invitado a Mentiras Verdaderas y revivió el duro momento en el país vecino –EL VIDEO ACÁ-. Entregó detalles de la situación, esto fue lo que dijo:

Ignacio Franzani: “Otra cobertura importante, pero ya a nivel internacional, tiene que ver con el eterno conflicto de Bolivia con Chile por una salida soberana al mar. Cómo fue esa anécdota filosa, difícil donde te enfrentas al mismísimo Evo Morales y se empieza a poner nerviosa la cosa, media tensa. Acusa a los periodistas chilenos de no estar haciendo periodismo”

José Antonio Neme: “Eso fue en el juicio abreviado, te acuerdas que el Gobierno de Chile impugna a la competencia de la corte. Lo cual obliga echar a andar un mecanismo de juicio abreviado. Donde la corte debe decidir si es o no competente para resolver el caso y el tema de fondo queda stand by hasta que se resolviera eso, que era un juicio más corto. Recuerdo que vienen los alegatos en corte, había un equipo en La Haya y nosotros viajamos a La Paz.

La situación en La Paz, mira, políticamente era muy compleja y es muy complicado trabajar siendo chileno en la La Paz como periodista. Yo lo digo y fue mi experiencia sé que es una democracia, sé que hay libertad de prensa garantizada entiendo, pero al menos a nosotros nos fue muy difícil, percibimos las diferencias sustantivas con los medios locales y los medios estatales. Por ejemplo, no nos dejaban entrar a ciertos lugares, el Presidente no nos dejaba preguntarle cosas…”

Franzani: “Estilo Donald Trump”

Neme: “Sí, estilo Kirchner, estilo Donald Trump, claro. Era muy difícil, entonces yo dije, yo me quiero acercar a Evo Morales. En algún momento yo le tengo que preguntar si está satisfecho con el despliegue  jurídico que ha hecho su gobierno en La Haya. Era una pregunta muy sensata además, y no era tampoco confrontacional. La verdad es que quería conocer su impresión respecto de un juicio que tenía a los dos países en jaque.

“Recuerdo haber llegado a Palacio Quemado, me encontré con el equipo de Canal 13, estaba Amaro Gómez-Pablos también en La Paz por Televisión Nacional y yo por Mega. El Presidente llega, yo me infiltré como en un corralito que había donde estaba solamente la prensa boliviana. Me siguió el chico del 13 y nos pusimos ahí. Cuando llega el Presidente entra rápidamente y cuando sale para tomar nuevamente su auto yo me acerco. Y como yo soy grandote y tengo la mano más larga llegué con el micrófono hasta su boca, y le digo ‘¿Presidente está satisfecho con los alegatos?’. O sea, era una pregunta, no era como la súper pregunta. Era una pregunta obvia para poder tener una impresión del Presidente. Ahí él dice ‘usted’, me apunta con el dedo, a mí y al periodista de Canal 13. ‘Ustedes no son periodistas, ustedes son espías y agentes en cubiertos del Gobierno de Chile…”

Franzani: “¡No!”

Neme: “Y yo le dije ‘no Presidente, eso no es verdad’. Y ahí bueno, nos empujaros los agentes de seguridad, él se sube al auto y se va. Yo lo primero que hice fue llamar a mi jefe de prensa, evidentemente, a Jorge Cabezas, porque tenía que informarle al canal la situación. Yo altiro percibí que este era un tema de cancillería. Dije ‘esto es grave’, lo que acaba de pasar. No es como Donald Trump que de repente dice ‘saquen ese micrófono’, como cualquier presidente torpe. No era un berrinche, no era un ‘no le voy a contestar la pregunta’, era una acusación, y que nos podía traer muchos problemas a nosotros en Bolivia. De hecho lo hizo, o sea, llegaron agentes al hotel, nos revisaron los equipos. Yo dije ‘me van a tomar preso’, yo estaba preparado para ir preso.

Franzani: “Se activa un operativo”

Neme: “Si me acusan formalmente de ser espía  de Chile en suelo boliviano. Estoy digamos, a merced de las autoridades y la posibilidad de enfrentar un juicio, es muy complejo. Yo llamó a mi jefe directo, él me dice que me calme que va manejar la situación”

Franzani: “Oye qué locura”

Neme: “En canal obviamente toma posición. Se comunica con Cancillería y ahí el canciller Heraldo Muñoz, sale a respaldarnos un poco. Entiendo que él había acusado a Amaro el día anterior en otra actividad  pública y ahí se nos hizo difícil. A partir de eso, el Presidente no nos dejó entrar más a Palacio Quemado prácticamente. No nos habló nunca más y hubo una separación súper fuerte entre la prensa local y la prensa internacional, particularmente la chilena. Se nos hizo bien cuesta arriba. Se le preguntó por este incidente evidentemente en Bolivia y él dijo que nosotros le habíamos intentado golpear con el micrófono, lo cual no es cierto, y yo lo dije en televisión ‘el Presidente de Bolivia falta a la verdad’.

Franzani: “¿Cómo que habían intentado forcejearlo?”

“La explicación que él da en el noticiero boliviano es que yo quise golpearlo imprudentemente con el micrófono en la boca y que él se asustó y reaccionó de esa manera. Yo dije a través del despacho que hicimos para Mega ese mismo día, porque yo me hago responsable de las cosas que hago, aunque  sea con un Presidente. Dije ‘es falso, el Presidente falta a la verdad’ porque yo sé el nivel de fuerza que utilicé y sé hasta dónde llegué con el micrófono, no soy tonto, yo sé hasta dónde, y yo sé que no lo iba a golpear y que mi aproximación fue ni si quiera amenazante. Fue de un periodista que quiere hacer una pregunta, con la seguridad que uno de be hacerlo, con el aplomo que uno debe hacerlo, pero nunca para poner en riesgo la seguridad del Presidente, sería algo inverosímil, habían cinco o seis agentes de seguridad con él, o sea, es imposible”.