El cruel engaño de casada de 48 años que se hizo pasar por jovencita de 20 en WhatsApp, en Espías del Amor
Bernardita tiene 43 años y sufrió un golpe amoroso tan dramático, que juró nunca más volver a enamorarse. Luego de que vio morir de cáncer a la polola con la que convivió durante 5 años, se prometió que su vida sería del trabajo a la casa, y de la casa al trabajo, junto con cuidar a sus perros.
Sin embargo, a través de un grupo de WhatsApp conoció a Isamar, una jovencita de 20 años preciosa de El Salvador con la cual incluso llegó a casarse a través del sistema de mensajería en línea. Así lo contó en Espías del Amor, el espacio de Marcelo Arismendi y Andrés Alemparte que esta semana volvió a presentar un par de casos potentes –MIRE AQUI EL VIDEO DE CAPITULO COMPLETO-.
La relación virtual llevaba dos años. Bernardita le enviaba a Isamar dinero que recibía una supuesta tía, María Isabel, una mujer casada de 48 años. Luego del matrimonio por WhatsApp de las enamoradas, Isamar supuestamente enfermó y debió ser operada.
En eso estaban las relaciones de la chilena y la salvadoreña, cuando entró en acción el programa de Chilevisión que este año ha tenido su mejor temporada.
Tras diversas diligencias, Arismendi y Alemparte llegaron a la verdad: Isamar nunca existió. Solo la tía, María Isabel, quien inventó una identidad falsa utilizando fotos de una guapa chica.
Espías del Amor trajo a María Isabel y, en un cara a cara con Bernardita, le asegura que sí está enamorada de ella. Esto fue parte de lo que se dijeron en el primer encuentro:
Bernardita: “¿Por qué lo hiciste?”
María Isabel: “Primero, porque tenía mucho miedo en decirte la verdad. Tenía miedo a todo lo que me había pasado en mi vida. De cómo me han tratado. Pensé que tú serías igual”
Bernardita: “¿No analizaste esa foto? ¿No analizaste que estabas jugando? ¿No analizaste que yo me estaba enamorando de alguien que no existía? ¿Y quién es ella?»
María Isabel: “Una chica que yo conocí en Fabebook. No recuerdo muy bien su nombre, si era Marina o Mariana. Ella me mandó muchas fotos, chateamos quizás dos o tres meses”
Bernardita: “Yo sufría con la Isamar, yo lloré con la Isamar. Yo sentía su sufrir”
María Isabel: “Yo lo sé y yo acepto mi responsabilidad. Si no hubiese aceptado ¿crees que estaría aquí? Simplemente hubiera dicho ‘no’ y ya”.
Bernardita: “Yo a todas las personas del WhatsApp, del Facebook, les digo siempre la verdad. Aunque me hieran, aunque me lastimen, aunque me digan ‘ah, es que tú eres gordita’, siempre digo la verdad. Siempre muestro lo que soy yo. Uno por amor, sobre todo por amor, uno dice las cosas porque uno no quiere mentirle al otro ser. Uno no puede mentirle a la otra persona, pero tú lo hiciste”
María Isabel: “Lo hice, y te amo. Así como lo oyes, estoy enamorada de vos. Te lo estoy diciendo de frente”.
Finalmente, la chilena le dio una oportunidad a la salvadoreña. Se quedaron juntas y María Isabel regresó a El Salvador con la intención de arreglar sus cosas para venirse a Chile, para vivir con Bernardita.