Kel Calderón calificó a su papá de «machista» y defendió el aborto «libre» en Vértigo
Hace una semana la revista Issue publicó una sesión de fotos de moda de Kel Calderón muy producida –CONOZCA AQUI EL TOPLESS DE KEL-. Entre las imágenes se encuentra un topless que no le gustó ni a su mamá, Raquel Argandoña, ni a su padre, Hernán Calderón.
Los papás de la abogada de 26 años desaprueban ese tipo de fotos, ya que consideran que no son convenientes debido a la profesión de Kel. Además, Hernán calificó la imagen del topless como «poco elegante» en el diario LUN.
Anoche, la polola de Pangal Andrade estuvo en Vértigo, donde respondió fuertemente a las críticas –VEA ACA EL VIDEO-. Aseguró ser una mujer «empoderada» que cree en la libertad absoluta de las mujeres con su propio cuerpo. En esa línea, llamó a su padre «machista» y defendió el aborto. Estas fueron sus palabras:
«Pregunta del pueblo»: “Kel, seca, abogada, simpática, mina. Te sacaste una foto súper hot en la que apareciste en una revista en topless ¿Qué se siente que tu papá te rete por los diarios y exponga discusiones familiares en los medios?”
Kel Calderón: “Es una revista que se llama Issue, que es de moda, que sale un par de veces al año, y estas fotos las hicimos en febrero con un tremendo equipo. Yo soy una orgullosa de mi sesión de fotos, a pesar de todo lo que ha pasado esta semana.
“Quizás me voy a poner un poco latera en este tema. Quiero partir diciendo que a mi papá y a mi mamá los amo, los adoro, me enorgullezco de ellos. Los admiro y, por sobre todas las cosas, siempre los voy a respetar. Pero siento que en estos temas, tanto yo como las mujeres de mi generación, tenemos una obligación de botar estos estereotipos que siguen armando.
«A mí me frustra mucho cuando me dicen que mi calidad de abogada, de profesional, de mujer, el día de mañana va a depender de las fotos que yo me tome, de las ropas que yo decida ponerme o sacarme. Porque, en el fondo, ese discurso lo que le dice a la mujer es que para ser respetada en su rubro, dentro de su trabajo, para ellas validar su pega, lo que tienen que hacer es comportarse y reprimirse de acuerdo a un estándar que la sociedad les impone, para parecer diligentes e inteligentes. Entonces, yo no estoy de acuerdo con eso.
“Creo que mi calidad de profesional el día de mañana, mi calidad de mujer, de hija, de hermana, de polola, de lo que sea, no va a depender de las cosas que quiera hacer en mi tiempo libre”
Martín Cárcamo: “Tú querías provocar algo con esta foto. Hay un discurso detrás de esta foto”
Kel: “Por supuesto. Es que no entiendo por qué hay hombres… El machismo en este país hace que al hombre le incomode mucho ver a una mujer que está cómoda con su cuerpo, y que quiere tomarse una foto sin ropa porque quiere tomársela”
Cárcamo: “Resultó que esa incomodidad, que a mí no me incomodó verte así, pero esa incomodidad la generó en tu padre”
Kel: “Porque, lamentablemente, con lo que quiero a mi papá, él pertenece a ese grupo de Chile de personas, de una generación un poco mayor que la mía, que es muy machista y que considera que parte de cómo una mujer tiene que validarse en el mundo de su trabajo… Es como ‘okey, las vamos a dejar votar, las vamos a dejar escribir, las vamos a dejar trabajar. Pero siempre y cuando ustedes se adapten a la forma que a nosotros no nos incomode’. Yo creo que la mujer chilena no es así.
«Él (Hernán Calderón) se comunicó conmigo, estoy tratando de ser lo más transparente posible. Yo, cuando era más pequeña, también trataba los problemas a través de los diarios, a través de la prensa. Pagué muy caro el precio de hacerlo, por ende dejé de hacerlo. Uno se expone muchísimo, uno lo pasa mal también. Yo lo pasé mal exponiendo tanto mis problemas con la prensa cuando era más pequeña.
«A mí efectivamente me hubiese gustado que mi papá se conformara con la conversación que tuvimos en privado, lamentablemente no fue así. Me da pena porque también hay un equipo gigante de profesionales tremendos en esta sesión. Entonces, sí me incomoda y me da un poco de vergüenza, lata. Pero más importante que eso, creo que me ha ayudado a poner un tema en la mesa y es un tema que yo no quiero soltar. Porque, aunque digan ‘a quién le importa que Kel Calderón se tome una foto mostrando una pechuga’, el punto es que comentarios como este y situaciones como esta validan que mañana haya gente que diga ‘ah, pero ella se lo buscó, por algo la toquetearon, andaba con mini falda’. A mí en mi Instagram con esa foto me llegaron comentarios de mujeres diciendo ‘después se quejan cuando las toquetean en el Metro’.
«Yo tengo derecho a tomarme la foto que se me dé la gana. A mañana ser una profesional. A no tener que vivir en una dimensión y en un monito animado del abogado…
«Yo a mis papas los adoro. No quiero quedar como que tengo una guerra personal con mi papá. Pero sí vivo un drama porque sí creo que él es muy machista y yo no estoy dispuesta a aceptar ese sermón, ni que venga de mi jefe, ni de un tercero, ni de mi propio papá».
Cristián Campos: “En el fondo, lo que está diciendo es que tú te arrogas el derecho de mostrar tu cuerpo y fotografiarte. El mensaje que estás dando ahí es ‘yo tengo potestad sobre mi cuerpo, sobre mi individualidad para mostrarme en una revista’. Ese grado de libertad que tú quieres recuperar de este Chile machista ¿llega al punto de que tú defenderías qué hacer en el caso hipotético de un embarazo no viable? ¿También serías la defensora de esa libertad que tiene la mujer para decidir en su cuerpo?»
Kel: “Échenme a la hoguera ahora si quieren, pero no quiero mentir en este tema porque también es importante. Yo soy una fiel defensora del aborto absoluto, libre, independiente de las tres causales. Creo que la mujer tiene el derecho de abortar aunque sea porque quiere. Ahí podemos entrar a discutir hasta qué semana, pero no por un tema religioso ni ese tipo de cosas, si no por un tema de salud pública.
“Hoy la mina con plata por último se toma un avión, se hace un aborto afuera. Consigue un buen dato y la atiende un buen doctor y le hace el aborto. La mina que no tiene plata, va a la curandera de la esquina, el apio, no sé qué, y termina muerta ella y la guagua”.