Glamorama
Alejandro Ayún durante su participación en Mentiras Verdaderas, que obtuvo un gran rating. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / LA RED

Alejandro Ayún revela que habla con muertos y los ayuda a entrar al cielo como en la película Ghost

Autor: Cristián Farías Ravanal / 29 junio, 2017

«Me ha tocado ir a un hospital y decir ‘este no muere, este sí, este en cuantos días más'». Esta fue solo una de las impresionantes frases que Alejandro Ayún dijo en uno de los capítulos más vistos de Mentiras Verdaderas.

El famoso numerólogo aseguró en el espacio de La Red que ve gente muerta. Afirmó que habla con ellos y, además, los ayuda a entrar al cielo, tal como en películas como Sexto Sentido o Ghost, La Sombra del Amor. También predice cuando una persona morirá.

Ante un Ignacio Franzani que repetía su asombro, el tarotista relató una larga serie de situaciones para ejemplificar vivencias de lo antes mencionado. El rating de Mentiras Verdaderas se disparó a peaks de 11 puntos online, mientras Mega, el líder, estaba en 13 unidades. Este fue parte del relato del numerólogo:

SABE CUANDO VAN A MORIR LAS PERSONAS

«Durante el transcurso de mi vida me han pasado situaciones, por ejemplo la semana pasada, que estaba con una amiga, tomando, un café, y me dice ‘oye, ¿sabes qué? Mi pareja está en esta’. Yo le dije, ‘ah, ya. No te dura de aquí al viernes. Prepárate porque ya el viernes no va a estar’. Murió él. Le dije ‘por ahí por el jueves, tienes que estar preparada. No te hagas expectativas, esto no es para mucho. Por lo que yo veo, las energía que ya hay a tu alededor y lo que tú me dices, y en lo que estamos, no pasa del viernes el proceso'»

«Me ha tocado ir a un hospital y decir ‘este no muere, este sí, este en cuantos días más’. Y hay otros que parecen que sí y yo digo ‘este no’. ‘Pero es que ya no…’. Digo ‘no, este no. Aunque tú creas que se va, este va a salir de todo… Pero este de acá…’ Entonces, te llega el contacto, tienes una conexión con el tema de la muerte diferente al resto»

«Tenía un primo mayor, que era como mi hermano, que mi mamá en cierta forma también lo crió. Y me llama, en diciembre, ponte tú, cuando yo había salido en la tele. Y le dije ‘¿tú me podrías llamar en febrero? Porque tengo que darte una noticia’. Me dice ‘ya’. Me llama en febrero y le dije ‘tú en abril tienes que dejar todo preparado’, porque él era contador auditor. ‘Para que tus hijos sepan como manejar todo cuando tú no estés’.

«Me dijo ‘¿y por qué? ¿Me voy a morir?’. ‘Sí. Los primeros días de abril tú ya no vas a estar más’. Y claro, precisamente los primeros días de abril… Fue extraño, porque estaban todos en la casa y dijo ‘voy a hacer lo que él me dijo, me voy a entregar’. Y se dio vuelta y murió»

VE GENTE MUERTA

«Me ha tocado gente que no se entera que está muerta y me los he topado y ‘oye, es que tú ya partiste, ya no estás. Deja el lugar, si ya fue’. Que son muertes repentinas. Una vez me tocó con una amiga, le dije ‘¿oye, ese señor que está parado en la reja, al frente, qué está mirando a esta hora’. ‘¿Qué señor?’. ‘El que está al frente, afirmado en la reja, que como que espera a alguien’. ‘No. Ahí vivía un vecino que siempre, a esta hora, se ponía a mirar a la señora que venía llegando de trabajo. La iba a buscar. Pero murió la semana pasada’. ‘¿Y no le avisaron?’. ‘No. Es que murió en un impacto fuerte. No se dio cuenta’. Le dije ‘entonces hay que avisarle’.

«Y fui y tome contacto con él y le conté. Le dije ‘mira, me acaban de contar que pasó esto, esto y esto y tú ya no estás. Entonces, lo mejor es que emprendas tu camino. No sigas viviendo esto de acá porque te anclas'».

IGUAL QUE EN LA PELICULA «GHOST, LA SOMBRA DEL AMOR»

«Me gustó la película Ghost… Me tocó una vez incorporar. En el centro de Santiago un niño peruano que repartía sandwiches murió atrapado entremedio del ascensor. Porque no sabía como eran los ascensores en Chile, entonces él pensaba que cerrando una reja estaba listo. El se metió entremedio de la reja y la puerta, y cuando el ascensor partió él murió.

«Ya muerto, se fue a la parte de arriba de un edificio, donde una amiga mía. Mi amiga me dijo ‘necesita que tú lo ayudes a irse’. Le dije ‘ya. Desocupa el departamento, que no haya nadie, yo voy y presto el cuerpo para que él se vaya’. En un momento lo conecté, le dije que ya había muerto.

«Le dije ‘ven para acá, entra acá, y desde aquí te puedes incorporar para tener algo físico sobre lo cual poder elevarte’. Igual que la Whoopi Goldberg cuando se le mete el cuerpo adentro. Incluso en un minuto, cuando encendí un incienso y un sahumerio, el humo era como un tubo que subía y subía, no se dispersó en ningún minuto, era una cosa líneal. En un momento, él ve que mi cuerpo se achica, porque él era más pequeño que yo. Y en un momento se liberó. Genera harto cansancio. Las incorporaciones son muy agotadoras, cansadoras»

«De repente estoy durmiendo y digo ‘ya, pero déjenme dormir, porque si no me dejan dormir yo no puedo hacer muy bien las cosas. Descansen un rato’. Una vez hubo un niño como tres días sentado a los pies de mi cama, porque yo no tenía la disposición para poder hacerlo. Porque estaba cansado, estaba agobiado. Le dije ‘quédate ahí. Dame un tiempo. Lo voy a hacer, pero no ahora, porque estoy cansado. No puedo’. Son cosas que no me da. Y cuando estoy en condiciones, ahí no hay problema».