Glamorama
Milton Millas durante ka entrevista que le dio en su casa a Tonka Tomicic. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CANAL 13

El sincero relato de Milton Milllas sobre su lucha contra el cáncer

Autor: Andrés Cantuarias / 9 junio, 2017

“Emoción, pena. La palabra cáncer es muy intimidante. La Sole me puso la mano en la rodilla y el doctor me dijo ‘váyanse a la casa, lloren, estén tranquilos y mañana vamos a buscar quien lo opera, o vengan a verme’».

Así comienza el sincero relato que Milton Millas realizó en una entrevista con Tonka Tomicic en el matinal de Canal 13 –MIRE AQUI EL VIDEO-, a nueve meses que le detectaran un cáncer a la próstata.

Se operó y en la cirugía se descubrió que la enfermedad estaba aún más complicada de lo que se esperaba.

A los 70 años, Millas es uno de los rostros del periodismo deportivo más conocidos de Chile. Lleva cuatro décadas en radios y en canales como Chilevisión, Canal 13 y Mega, donde tuvo su momento peak.

En el plano personal, y luego de dos matrimonios, hace cinco años que encontró nuevamente el amor. En Bienvenidos reveló que planea casarse por tercera vez. Este fue parte de su testimonio:

Milton Millas: «El cáncer me fue detectado en septiembre. Tú me preguntas cómo estoy, yo creo que para mantener un cáncer, que lamentablemente no lo detectaron a tiempo, estoy bien, estoy de buen ánimo. El tratamiento decae un poco, pero te diría que estoy haciendo mi vida lo más normal posible. Eso es bastante”

Tomicic: “Cuéntanos por qué no lo detectaron a tiempo”

Millas: “Yo me controlo mucho, siempre. En una de estas oportunidades, noté unos síntomas que me preocuparon. Me hicieron el examen, que es el antígeno prostático, que tanto miedo le tienen los hombres, y al tacto y a toda esa cuestión. Se me disparó a siete. Entonces el doctor de aquella época me dijo ‘hagamos un escáner’. Lo hicimos. ‘El resultado va a estar el lunes’. ‘Pucha, el fin de semana que voy a pasar’, le dije. Me dijo ‘yo te aviso’.

«Me llamó por teléfono y me dijo ‘quédate tranquilo, se acabó’. Me quedé tranquilo. Pasaron ocho meses y me encuentro con un amigo, gerente del CDF, y le digo ‘no te he visto’. ‘Es que tuve cáncer a la próstata’. ‘¿Quién te operó?’. ‘Velasco’. Partí donde Velasco”

Tomicic: “¿Pero por qué? ¿Cómo que era un aviso?”

Millas: “Yo sentí en que estoy yo. Porque le pregunté los síntomas y eran los míos. Partí, vio el examen él mismo y me dice ‘aquí hay un 40% de que sea cáncer. Biopsia mañana’”

Tomicic: “Y el anterior doctor te dijo ‘andate tranquilo a tu casa’”

Millas: “’Contrólate’, sí. No le dio importancia al examen. Yo asumo que a lo mejor ni siquiera lo leyó”

Tomicic: “¿Qué pasó al otro día?”

Millas: “La biopsia demoró más o menos quince días, doce días. Fuimos con la Sole al doctor, entramos y me dijo ‘malas noticias. Se confirma el diagnóstico, esto es cáncer, así es que hay que operar, hay cinco tumores’”

Tomicic: «Cuando tú vas y te sientas con tu mujer, el doctor te dice ‘cáncer, hay cinco tumores’, ¿qué pasa contigo? ¿Qué pasa con ustedes?”

Millas: “Emoción, pena. La palabra cáncer es muy intimidante. La Sole me puso la mano en la rodilla y el doctor me dijo ‘váyanse a la casa, lloren, estén tranquilos y mañana vamos a buscar quien lo opera, o vengan a verme’. Llegamos a la casa, la Sole llamó a mis hijos, estábamos todos aquí en este mismo living, reunidos. Traté de hacerlo bien frío, poco emocional”

Tomicic: “¿Por qué?”

Millas: “Porque cuesta mucho pasarle penas y dolores a los hijos. Es una pesadez. Yo tenía que demostrar que era el acorazado que he sido siempre en la familia. Y si yo me iba al piso, se iban al piso los cabros”

Tomicic: “¿Cómo uno se arma para hablar con sus hijos y decirles eso?”

Millas: “Aquí la conversación fue ‘vamos a hacer lo que se tenga que hacer, pero aquí voy a poner dos condiciones: Ni pésames, ni llantos, ni quimioterapia’”

Tomicic: “¿Por qué?”

Millas: “Porque no me gusta la quimioterapia, no da calidad de vida”

Tomicic: “¿Pero tú lo has visto con otras personas?”

Millas: “Sí, que son muy valientes, ¡muy valientes! Y lo conversé con ellos también. Yo prefiero privilegiar la calidad de vida a más tiempo de vida”

Tomicic: “Tú resolviste eso rápidamente. ¿Cómo uno también le pide a los otros que te aman ‘no quiero que llores’?”

Millas: “Yo no les pedi que no lloraran. Yo sé que lloraron a espaldas mías, lo supe después. Lo que me pasó a mi es que yo tenía que protegerlos y protegerme”

Tomicic: “¿Tú siempre has tomado los temas duros de tu vida así? ¿O esto también ha sido una sorpresa para tí? ¿Cómo lo has enfrentado?”

Millas: “No. Una sorpresa para mí fue que tuviera cáncer. No es sorpresa que yo lo enfrente así. El temor para mí era no sufrir al llegar a morir, yo quiero ser un viejo que muera joven»

Tomicic: “¿Tú le tienes miedo a la muerte?”

Millas: “Nada, cero. No le debo nada a la muerte, a la vida le debo, lo he pasado muy bien, estoy muy agradecido de la vida, me ha entregado mucho. Por tanto no me quiero morir, pero tampoco me gustaría tener una sobrevida de dolor, porque esa sobrevida de dolor es contaminante a la familia y uno no tiene derecho a también sacrificar a los cabros”

Tomicic: “Cuando tú decides no hacerte quimio, ¿qué pasa con tu doctor?”

Millas: “Cuando el doctor me dice que me tengo que operar, con la Sole hicimos una turné con todos los mejores médicos especialistas y muy bien dateados. Al final encontramos uno, que por un detalle me fui con él. Todos nos hacían un dibujo y esto es pura sintonía fina, porque se opera con un robot. Él cuando dibujo, dibujaba perfecto. Entonces dije ‘este es’, y nos operamos.

«Yo ya había visto la operación en internet, en YouTube, duraba dos horas y media. Entré a pabellón a las siete y media de la tarde. Salí, estaba la Paulina, una de mis hijas. Me dicen ‘salió todo bien’. ‘¿Qué hora es?’, ‘Las dos de la mañana’. Ahí me di cuenta inmediamente que algo pasaba. Que no era solamente la próstata».

Actualmente, Milton Millas sigue trabajando y está en un tratamiento de radioterapia del cual lleva más de 20 sesiones, de un total de 35.